domingo, 8 de enero de 2017

Historias del vapor (XLVII): Las primeras 030T del Ferrocarril de Triano (RENFE 030T-0230 a 030T-0231)

En una entrada anterior me referí a las pequeñas y primeras locomotoras de vapor del Ferrocarril de Triano. Eran siete máquinas tipo 020T que la compañía adquirió entre 1868 y 1878, y de las que cuatro llegaron a RENFE.

Como apuntaba en aquella entrada, el Ferrocarril de Triano tuvo como objetivo el traslado de mineral desde las cuencas mineras del monte Triano hasta la ría de Bilbao. Se inauguró provisionalmente en 1865, y en 1890 se prolongó desde su primer origen, que era Ortuella, donde están las citadas minas, hasta San Julián de Muskiz. Aún así, la longitud de la línea no sobrepasaba los 13 o 14 km y curiosamente, aún tratándose de un ferrocarril minero, fue construido en ancho ibérico, quizás con la idea de hacer más fácil la conexión con las vías de la Compañía del Norte. También en aquella época se estableció  su unión con el ferrocarril Bilbao-Portugalete y se inició un servicio combinado de viajeros y carga. En cualquier caso el Triano siguió siendo explotado por la institución que hizo posible su nacimiento y desarrollo: la Diputación de Vizcaya. Al finalizar la guerra civil, la gestión de este ferrocarril pasó a depender del Bilbao-Portugalete. Poco después, en 1941, y tras una controvertida incautación por el Estado, el Triano pasó a RENFE.

Pues bien, tras las citadas siete 020T y dada su escasa potencia, la Diputación adquirió a Sharp&Stewart, entre 1880 y 1881, cinco locomotoras más potentes tipo 030T que recibieron los números del 8 al 12 y fueron bautizadas respectivamente como "Sestao", "El Valle", "Arcocha", "Baracaldo y "Santurce". Tenían una potencia de 432 C.V., un timbre de 10 kg/cm2, un diámetro de ruedas de 1,219 m y un esfuerzo de tracción de 5360 Kg. Se caracterizaban por su domo ubicado sobre la caldera, así como por poseer el techo de la cabina ligeramente redondeado y, sobre todo, por la disposición en albarda del tanque de agua ("saddle tank")


Foto de fábrica de la nº 9 "El Valle"



La nº 11 "Baracaldo" en 1890 (foto: fondo Rodriguez)


El depósito de Ortuella en 1895. Destaca la nº 12 "Santurce" (foto: fondo Rodríguez Camarero)

En 1916 fueron vendidas las tres primeras sin que se sepan más detalles sobre motivos concretos o compradores. De este modo sólo quedaron en la línea la 11 "Baracaldo" y la 12 "Santurce". 



Responsables del ferrocarril (supongo) se retratan junto a la nº 12 "Santurce". ¿Qué estaría pensando el maquinista? (foto: fondo Rodríguez Camarero)

Cuando el Triano fue incautado y se integró en RENFE, estas dos locomotoras recibieron las numeraciones 030T-0230 y 030T-0231. Siguieron trabajando en su línea de origen, aunque ya en 1949 estaban adscritas al depósito de Olaveaga. Sin embargo, en 1953, al terminarse la electrificación de su línea original, las dos locomotoras pasaron al depósito de Miranda de Ebro para ser dedicadas a maniobras en estaciones y apartaderos de la zona. 



Una bella imagen de la 030T-0230 en la rotonda de Miranda. Está rodeada y acogida por las "grandes": Mikado y, sobre todo, Confederación y 4600 (foto: Peter Willen)


La 030T-0231 en Miranda (foto: autor desconocido)
En octubre de 1963 la 030T-0231 estaba destacada en Logroño. Allí la fotografió L.G. Marshall cuando maniobraba con una composición procedente de Miranda. Debía estar a punto de ser vendida a la Junta de Obras del Puerto de Pasajes, como se reseña más abajo.
De nuevo la 0231 fotografiada en Miranda a principios de los 60 por Peter Willen

En 1960 la "Santurce" fue alquilada a una azucarera y vendida en 1963 a la Junta de Obras del Puerto de Pasajes donde prestó servicios hasta 1968, siendo desguazada en 1970. 



La 030T-0231 en el puerto de Pasajes (foto: Xavier Santamaría/Museo Vasco del Ferrocarril)



La 030T-0230 "Baracaldo" a la espera de su desguace en la estación de Santa Olalla de Bureba. Al final tuvo suerte y fue rescatada (foto: Xavier Santamaría/Museo Vasco del Ferrocarril)

Por su parte, la 0230, tras permanecer muchos años apartada fue preservada por la Escuela Politécnica Universitaria de Burgos. 




La 0230 en el depósito de Burgos, a la espera de su ubicación definitiva. Tras ella aparece, si no me equivoco- una 4600 ¿Quizás la 4601 de Norte (RENFE 241-4001) que ahora "está" en el Museo del Ferrocarril? (foto: J. Jarvis)

La "Baracaldo" en su ubicación definitiva en la Escuela Politécnica de Burgos ¿algún día la veremos en la vía? (foto: Rafael Bravo) 


FUENTES CONSULTADAS:

Olaizola, J, y Fernández, J. (1997): Las locomotoras de vapor de los ferrocarriles de Triano y de Bilbao a Portugalete. CARRIL 48. 

Reder, G. y Fernandez Sanz, F. (2013): Locomotoras de otras compañías. Historia de la tracción vapor en España. Tomo V. Ed. Proyectos Editoriales.

Olaizola, J. (2013): Las locomotoras Baracaldo y Santurce. Blog Historias del tren. 

Olaizola, J. (2015): La incautación del ferrocarril de Triano. Blog Historias del tren. 

Forotrenes

domingo, 1 de enero de 2017

Las 446 en un nuevo concepto de las cercanías (RENFE 446-001 a 446-170)

"Yo quería que los trenes se vieran claramente, que transmitieran una imagen de modernidad, de "limpieza", en todos los sentidos atractiva. De nuevo tuvimos que pelear contra "la tradición", ¿cuando se ha visto un ferrocarril blanco? El Cercanías blanco con su techo rojo pronto se incorporó al paisaje suburbano de nuestras ciudades para terminar siendo el servicio público de transporte que en todas las consultas a la ciudadanía sigue sacando las mejores notas"

Este párrafo de un artículo que el diseñador Alberto Corazón escribió en el libro "Renfe: origen y destino de una imagen" que la compañía publicó en el año 2004, muestra a las claras cuales debieron ser las líneas directrices que recibieron los diseñadores desde los responsables de la recién creada Dirección Autónoma de Cercanías (DAC), en marzo de 1988. Fue justamente ahí cuando nació la unidad administrativa que, ya en 1991, se convirtió en la primera Unidad de Negocio de RENFE, y que tuvo como Director hasta 1994 al ingeniero Javier Bustinduy, recientemente fallecido. Bustinduy y su equipo supieron ver la revolución que se necesitaba en los servicios de cercanías de las grandes urbes españolas, una revolución que necesitaba de nuevos trenes, nuevas estaciones y una nueva filosofía de gestión y de explotación. Junto con ello era necesario un profundo cambio de imagen y diseño que abarcara tanto a instalaciones móviles como fijas. Ese fue el encargo que recibió Alberto Corazón. 


El artículo de Alberto Corazón en el libro ·"Renfe: origen y destino de una imagen". Las páginas reflejan ya el nuevo estilo de Cercanías  (foto: Ángel Rivera)

En este contexto, y por lo que respecta a los trenes, no eran las eficientes 440 -que durante los 80 soportaron el peso de los servicios de Cercanías- los vehículos más adecuados ni, por supuesto, las más antiguas y ya casi jubiladas 436, 437 o 438. 



Aunque muchas 440 sufrieron reformas para adaptarlas rápidamente a los críticos requerimientos de las Cercanías, ni eran suficientes, ni eran los vehículos más adecuados. En la imagen aparece una 440 recién reformada en la estación de Príncipe Pío con motivo de una exposición celebrada por RENFE en 1989 para presentar nuevo material rodante (foto: Ángel Rivera)

Tampoco era un camino acertado seguir adelante con la evolución de la unidad experimental 445, a la que dediqué una entrada anterior, ya que sus largas pruebas fueron en buena medida un fracaso. Lo que había que hacer era disponer de un nuevo modelo de tren de cercanías que incorporase las lecciones aprendidas con la 445, tanto en lo positivo como en lo negativo. Básicamente debía ser un tren de gran capacidad, de fácil y rápido acceso para los viajeros y dotado de una gran capacidad de aceleración. En ese marco se prepararon las especificaciones técnicas de la que sería futura serie 446, de la que me ocupo en esta entrada del blog.

Fruto de todo ese trabajo, RENFE contrató en octubre de 1987 la fabricación de 50 trenes de composición M-R-M a las empresas CAF, MACOSA, MTM, Cenemesa, Conelec y Mitsubishi. En 1989, mediante un nuevo contrato, se adquirieron cincuenta trenes más. Finalmente en mayo de 1991, se firmó un último contrato por otros setenta trenes en los que ya se corrigieron algunos problemas o carencias encontradas en las dos entregas anteriores. 

Tanto de la imagen externa del tren como de su interiorismo se encargó a la empresa A.D. del diseñador Alberto Corazón. Todo ello se cuidó mucho, tratando de dar esa nueva imagen a la que me refería al principio. Desde luego, el acertado diseño del frontal, las lunas oscuras corridas a todo lo largo del tren y la librea en blanco, negro y rojo ofrecían esa imagen de tren moderno y funcional. Y destacaba, igual o aún más que el logo de RENFE, la gran "C", símbolo de las "nuevas" Cercanías. 


La 446-001 en proceso de fabricación (foto: J.A. Torregrosa)
La 446-001 en pruebas en julio de 1989 en la estación de Príncipe Pío. Esta primera librea en amarillo, blanco, rojo y gris fue rápidamente cambiada a los colores de la nueva imagen de Cercanías (foto: autor desconocido/ a través del libro "Automotores españoles)
Además de hacerlo en la zona de Madrid, la primera 446 también efectuó pruebas en otras zonas de la red. Aquí la vemos estacionada en Miranda de Ebro también en julio de 1989 (foto: Eduard Ramirez/CARRIL)


La primera vez que vi a una 446 fue en octubre de 1989 en la citada exposición de nuevo material en la estación madrileña de Príncipe Pío. En la foto aparece la 446-002 ya con la nueva librea. El logo de RENFE ha pasado del frontal al lateral siendo sustituido allí por el "nuevo" logotipo de Cercanías. 

De esta forma, la entonces nueva serie 446 quedó integrada por 170 trenes que entraron en servicio entre 1989 y 1993. Los primeros entraron en servicio en las Cercanías de Madrid. En 1991 se hicieron cargo de los servicios desde la estación de Barcelona-Sants al aeropuerto, y en 1992 se extendieron a Sevilla para atender  a las necesidades de la EXPO-92. 


Una de los primeros servicios que asumieron las 446 fue el refuerzo de las cercanías entre Madrid y Parla, en la que la tensión por las importantes protestas de los viajeros crecía de forma crítica. Aquí aparece la 446-002 estacionada en Parla junto a una 440 sin reformar, que probablemente había llegado también de refuerzo (foto: Maquetrén)

Así aparecían en enero de 1990 dos 446 estacionadas en la zona de la estación de Atocha (foto: I. Martín)


Una 446 en Alcázar de San Juan en el año 1991 con motivo de un viaje de la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Madrid (foto: autor desconocido/a través del libro "Automotores españoles")

En 1992, la gran "C" de Cercanías fue girada, de modo que quedaba convertida en un símbolo abstracto. El motivo era que en otras lenguas del Estado, la palabra equivalente a la castellana "Cercanías" no empezaba por "c". 

En la estación de la Expo de Sevilla convivieron en 1992 dos trenes muy distintos pero en aquel momento muy nuevos: las ramas 100 de AVE y las 446. La "C" ya había sido girada (foto: autor desconocido/a través del libro "Automotores españoles)

En una casi desierta estación de Chamartín, en el verano de 1993, todavía convivían las 446 con las 440 reformadas (foto: Ángel Rivera)

Como apuntaba antes las unidades 446 constaban de dos coches motores y de un remolque intermedio en el que van instalados los captadores de corriente. La potencia total del tren, dotado en total de ocho motores de tracción y de tecnología chopper, es de 2300 kW -lo que equivaldría a unos 3100 CV- prácticamente el doble de la de una 440 (1160 kW). Esa potencia permite una excelente aceleración de 1 m/s2, lo que da como resultado una interesante velocidad comercial en líneas de paradas muy frecuentes. No se consideró oportuno que la velocidad máxima fuera superior a los 100 km/h, probablemente porque se suponía que no merecía la pena en las líneas a las que se pensaba destinar  estas unidades (Madrid, Bilbao y Málaga)  con distancia entre estaciones de 1 a 2 km; en cualquier caso esta decisión fue mucho tiempo objeto de polémica. También se cuidó mucho el sistema de frenado mediante freno dinámico de recuperación y reostático, complementado con neumático y con antibloqueo. 


El interior de una de las primeras 446 (foto: Maquetren)

En el interior su gran diafanidad y la disposición de asientos permitían el transporte de 240 personas sentadas y 471 de pie, dando una capacidad máxima de 711 viajeros. La confortabilidad era prácticamente desconocida en servicios de cercanías tanto por el aire acondicionado, el buen sistema de calefacción, la iluminación, la disposición de los maleteros y los distintos sistemas de información para el viajero. Por otra parte, 
las tres puertas laterales de cada coche permitían la rápida subida y bajada. 


Pupitre de conducción de las 446 (foto: Luisma/Listadotren)

Además, la redundancia de los equipos básicos de alimentación y tracción hacía muy difícil que el tren quedara inútil por alguna avería. Quizás el único punto negativo fue la no disponibilidad de WC, ya que se consideraba innecesario pensando en los cortos tiempos de estancia de los viajeros. Sin embargo, esta circunstancia dio lugar a que las 446 recibieran el malévolo apelativo de "dodotis", completamente justificado, sobre todo cuando en ocasiones se han utilizado y utilizan estos trenes en servicios que son más de media distancia que de cercanías.

Ya en 2005, tras la segregación de RENFE en ADIF y Renfe-Operadora, las 446 vieron también modificada su librea perdiendo peso el rojo e incorporándose el violeta así como la marca explícita "Renfe" que hasta ese momento no había aparecido en ellas. Por otra parte, y coincidiendo con el cambio de libreas, se llevaron a cabo algunas mejoras de interiorismo, señalización y seguridad. 


En 2005 se inició el cambio de imagen con la incorporación del violeta y la aparición del nuevo logotipo de Renfe en los laterales y en el frontal, donde la "C" invertida tuvo que disminuir de tamaño para dejarle sitio (foto: Hugh Llewelyn/Wikipedia)


Ahora, tras más de 25 años de excelentes servicios, de las 170 unidades originales, siguen operativas buena parte de ellas en las cercanías de Madrid, Sevilla, San Sebastian y Bilbao. Algunos trenes - todos los de la tercera serie y ocho de la primera- han recibido el sistema de seguridad de control de tráfico LZB.  Así mismo, se han ido produciendo diversas reformas en su interiorismo.


Algunas reformas de interiorismo en esta imagen del año 2011 (foto: Droides/Listadotren)



Nuevo interiorismo en 2016. Entre otras reformas desaparecen los maleteros y aparece una nueva iluminación LED (foto: Javier Martín/Listadotren)


También nuevos asientos en las unidades recientemente reformadas

En cualquier caso, su falta de adaptación para personas de movilidad reducida y sus mayores consumos y costes de mantenimiento en relación con las unidades 447 y Civia, señalan para ellas un plazo de vida relativamente corto. 


La serie 446 no creció más por la rápida llegada de la 447 que, aún siendo prácticamente idéntica a la primera en cuanto a su apariencia, incorporaba una amplia serie de mejoras técnicas de las que muchas de ellas no pudieron implementarse en las 446 debido en parte a la urgencia con que fue necesario disponer de ellas en aquellos primeros años 90, cuando los viajeros se rebelaban por algunos desastrosos servicios. En cualquier caso, la serie 446 marcó un verdadero cambio de época por lo que alguna o algunas de sus composiciones merecen ser conservadas.


(Acuarela de Martinez Mendoza)



FUENTES CONSULTADAS:

Aranguren, J: Automotores españoles. Autoedición. 1992

González Marquez, M: Las nuevas unidades 446. Revista Maquetren nº 1

Corazón, A: Cercanías/RENFE. En el libro "RENFE: origen y destino de una imagen". Editado por RENFE. 2004

Villa de la Torre, J.L. "Renfe en el diván". Editorial Noesis. Madrid. 2013

Forotrenes

Listadotren

Wikipedia


domingo, 25 de diciembre de 2016

Las tracciones térmica y eléctrica en RENFE (LXXXIX R): La "Cedeti" (RENFE 445-001)


1985

Hacia unas nuevas Cercanías


A principios de la década de los ochenta, RENFE se planteó la necesidad de contar con nuevos trenes para las cercanías de las grandes ciudades. El creciente aumento del parque de vehículos, tanto privados como de empresas de transporte, durante los años setenta, así como el desarrollo imparable de las grandes ciudades hacía necesario un replanteamiento global de estos servicios si se quería evitar un colapso en las carreteras y en las actividades sociales. Había que actuar tanto en infraestructuras como en vehículos. 

Hasta ese momento estos cometidos los cubría la compañía ferroviaria en las líneas electrificadas con las unidades 433, 434, 435, 436, 437, 438 y las entonces nuevas 440 y 441, mientras que en aquellas sin electrificar lo hacía mediante los ferrobuses 591 . Sin embargo, no eran trenes diseñados para el nuevo concepto de "cercanías" que se imponía. Además, bastantes de estos vehículos tenían ya una edad avanzada, por lo que la necesidad de contar con nuevos vehículos era  también muy evidente desde este otro punto de vista. 

En este escenario, y contando con que aún se disponía de margen hasta principios de los noventa, RENFE y algunos grandes constructores ferroviarios españoles bajo el auspicio del Centro de Desarrollo Técnico e Industrial (CEDETI) dependiente del Ministerio de Industria, se plantearon la conveniencia de poner en práctica un proyecto enteramente español para el diseño y construcción de una nueva unidad eléctrica específica para los servicios de cercanías. Se trataba de que la industria española entrara de lleno en las nuevas tecnologías de tracción eléctrica basada en aquel momento en la utilización  de la electrónica de potencia mediante los denominados dispositivos "chopper". Era una tecnología conocida ya por RENFE al estar instalada en las series 440.500 y 269.600 y también por las propias empresas interesadas, al estar construyendo bajo licencia nuevas series de unidades para la vía estrecha basadas en ella.

De este modo, en 1982, se presentó el proyecto de estas nuevas unidades en el que participaban junto a RENFE y CEDETI (que daba básicamente soporte financiero), la Maquinista Terrestre y Marítima (MTM), MACOSA, CAF, GEE y WESA bajo la supervisión de TIFSA, empresa filial de RENFE. Se trataba de conseguir un nuevo vehículo con una gran capacidad de aceleración para servicios con paradas muy frecuentes y con una velocidad máxima de 100 km/h y diseñado para el movimiento de un gran número de viajeros. A esta nueva "unidad" va dedicada esta entrada.

En su construcción, MTM se encargó de los bogies y los convertidores estáticos, MACOSA del equipo de aire acondicionado, sistemas neumáticos, frenos, puertas y ventanas; CAF de la estructura de la caja y de algunos elementos de rodadura; GEE de los motores de tracción, reductores y disyuntor y WESA de los principales equipos electrónicos y eléctricos de la unidad. El montaje se llevó a cabo en las instalaciones de MACOSA en Barcelona.

Fruto de esta "joint venture", en el verano de 1984 se presentó la nueva unidad eléctrica que iniciaría -y finalizaría- la serie 445, compuesta en principio por dos coches motores. Su potencia continua era de 2 x 960 kW y su aceleración de arranque de 1 m/s2


En febrero de 1985, el prototipo 445 se encontraba estacionado en Cerdanyola-Bellaterra en el transcurso de sus pruebas en la zona de Barcelona. Obsérvese la similitud externa de la caja con la de los automotores 592 y 593 que en aquella época estaban acabando de ser entregados. Una gran diferencia, entre otras, eran las tres puertas laterales de acceso por coche y la ubicación bajo el suelo de los equipos, para dejar el espacio de viajeros lo más diáfano posible (Eduard Ramirez/CARRIL)


Un mes después, en marzo de 1985, la 445 seguía realizando pruebas en las cercanías de Barcelona. También fue Eduard Ramírez quien la fotografió a su paso por la estación de La Garriga, en la línea de Ripoll. La unidad luce la única librea que tuvo: la "estrella", tan característica de aquella época. 

Tras un año de pruebas en las proximidades de Barcelona y de sucesivos ajustes en las instalaciones de MACOSA, la 445 fue presentada en Madrid en el verano de 1985. 


La 445 en Madrid-Fuencarral para su presentación en 1985. Obsérvese su composición sólo de de dos coches motores (Ignacio Martín Yunta)

Aún como prototipo, RENFE ya incluía a la 445 en la edición de 1985 de su álbum de material motor.

En septiembre volvió a Barcelona y se hizo cargo de los servicios entre la estación de Sants y el aeropuerto, aunque siempre en el marco de su situación de vehículo en pruebas. Ya, en noviembre de 1986, se la añadió un remolque central construido en aluminio en vez del acero en que lo estaban los coches motores y con un peso, por tanto, bastante aligerado.

Construcción del remolque intermedio en la factoría de MACOSA en junio de 1985 (Luis Rentero/CARRIL)

 De esta forma, la capacidad final de la unidad fue de 204 plazas sentadas y 516 de pie. Carecía de servicio y de departamento furgón, estando todo el espacio dedicado a viajeros. Además, para facilitar la rápida entrada y salida de viajeros, cada coche estaba dotado de tres puertas de acceso por cada lado con estribos móviles para adaptarse a los distintos tipos de andenes. 


Vista de la zona de viajeros. Es curioso contemplar la transición desde el concepto de "media distancia" al de "cercanías" (RENFE)


Un espartano departamento (RENFE)


Cabina de conducción de la 445 (RENFE)

Pero hay que apuntar que, en todos estos años, la unidad sufrió continuas modificaciones por lo que se refiere a sus equipos de tracción, "chopper" y convertidores estáticos. Fueron incidencias que, al parecer, nunca fueron del todo resueltas. Aún así, en mayo de 1987, la ya llamada ya "cedeti" fue dada de alta asignándola al depósito de Madrid-Fuencarral y haciéndose cargo de servicios en la línea de cercanías de Madrid a Pinar de las Rozas. 


En el depósito de Fuencarral, ya con tres coches, en 1987 (Juan Cobes/ a través de Fernando Rodriguez)


En la estación de Pinar de las Rozas (MAN/Trenes Hoy)



En febrero de 1987, la 445 ocupaba la portada de la revista "Vía Libre"

Sin embargo, las incidencias siguieron y de este modo, en 1988, la unidad estaba más tiempo apartada que circulando. 


La "cedeti"junto a una 440 en Fuencarral en 1989 (Ignacio Martín Yunta/CARRIL)

En 1990 fue retirada definitivamente del servicio y quedó prácticamente abandonada en Fuencarral, en una continua degradación sufriendo incluso actos de vandalismo. 



En 1991 la "cedeti" continuaba apartada en Fuencarral, pero aún no había empezado el gran deterioro. La documentación de la foto indica que, tras la 445, se encontraba "El Platanito". A la derecha aparece un coche de una unidad "suiza" y un ferrobús. ¿Qué fue de ellos? Mejor no responder  (Ignacio Martín Yunta)

La "cedeti" ya abandonada (Pizias)


El interior, también en plena degradación (Pizias)


La amargura de la espera final (Luis Rentero)

Finalmente, ya en una situación muy lamentable, fue desguazada allí mismo en julio de 1999. Ya algunos años antes se había abandonado la idea de construir cincuenta unidades de esta serie al tiempo que empezaba a proyectarse la que sería nueva serie 446.

En pleno desguace en julio de 1999. Al parecer algunas piezas y muy concretamente las resistencias fueron utilizadas en la 435 de la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Madrid (ABJ)

¿Fue un fracaso la "cedeti"? Las "crónicas" de los expertos de la época hablan de la historia bastante hermética de un prototipo que nació ya con grandes deficiencias pero que sirvió para la experiencia de la industria nacional y de RENFE. Una experiencia que sirvió mucho para la concepción de las series 446 y 447. Aunque sólo fuera por eso la "cedeti" debería haber sido conservada. 





FUENTES CONSULTADAS:

Rentero, L: Las nuevas unidades de cercanías de RENFE (1ª parte). CARRIL, nº 40. Marzo de 1994.

Aranguren, J: Automotores españoles. Autoedición. 1992

Arenillas, J: La tracción en los ferrocarriles españoles. Ed. Vía Libre. 2010.

RENFE: Álbum de material motor. Edición de 1985. 



domingo, 18 de diciembre de 2016

Crónicas de la vía estrecha (XII R): El pequeño y efímero ferrocarril del Condado


En entradas anteriores me he referido a tres importantes ferrocarriles de vía estrecha de la provincia de Huelva - Tharsis, Buitrón y Riotinto- en los que, además del transporte de mineral que era su actividad principal, efectuaban también el de pasajeros. Pues bien, antes de abandonar esta provincia y dirigirnos a la de Sevilla, quiero dedicar esta entrada de hoy al recuerdo de un pequeño, casi diminuto, ferrocarril que en su corta vida de diez años, a principios del siglo XX, reflejó el interés y la apuesta de un pueblo andaluz por el progreso que entonces significaba el ferrocarril.  Me refiero al llamado "Ferrocarril del Condado".








Esquema de los ferrocarriles de la provincia de Huelva. A la derecha puede apreciarse la ubicación del Ferrocarril del Condado y su pequeña longitud en relación con el resto de las líneas (Dibujo de Pedro Pintado)

A pocos kilómetros de la estación de Las Mallas, donde el ferrocarril de Riotinto  se encontraba con la línea de Andaluces/RENFE de Sevilla a Huelva, se encuentra la población de La Palma del Condado, en el centro geográfico de la comarca onubense de El Condado -antiguo Condado de Niebla- de gran tradición vinícola. Muy pocos kilómetros al sur de ella, y en la misma comarca, se encuentra otra importante población: Bollullos del Condado. 

Como es lógico los bodegueros y políticos de Bollullos y en general de toda la comarca de El Condado tuvieron gran interés en poder conectar del modo más eficaz posible con la estación de La Palma para hacer uso de las ventajas de la línea ferroviaria de Sevilla a Huelva. Se daría así una mejor salida a sus productos y al tiempo, aunque no era lo más prioritario, se mejorarían los desplazamientos de sus habitantes hacia estas ciudades y la llegada de mercancías. 

Pues bien, en este contexto, y en el más general del crecimiento del mercado vínícola, se constituyó en Sevilla en enero de 1919 la "Compañía del Ferrocarril del Condado de Huelva", en cuyo consejo de administración se encontraba el ingeniero Ángel Torrejón, verdadero "alma mater" del proyecto. 

En los planes originales se contemplaba, además del enlace con la estación de La Palma, la construcción de dos ramales, uno desde Bollullos hasta Rociana de 6 km y otro hasta Almonte de 9, siendo Bollullos la estación central de este ferrocarril.  Sin embargo, sólo llegó a construirse la infraestructura del primero de ellos aunque en una extensión de no más de dos km.


Esquema de la línea de Bollullos a La Palma y de los proyectados ramales a Rociana y Almonte (Dibujo de Miguel Solís en el artículo de CARRIL citado más abajo)

La línea, de sólo unos 8 km de longitud, se comenzó en diciembre de 1919 y su construcción se prolongó durante el año 1920. En diciembre de ese año se efectuaron las correspondientes pruebas y la inauguración se llevó a cabo el 2 de enero de 1921. Si bien, en principio, se había proyectado para ancho de un metro, al final se redujo a 60 cm, dándose la circunstancia de que éste ha sido el único ferrocarril español de este ancho para transporte de pasajeros junto con el del 
Clot del Moro, en el norte de la provincia de Barcelona.
En el día de la inauguración (autor desconocido/ col. Ramírez Cepeda)


Una verdadera fiesta popular (autor desconocido/a través del libro "El ferrocarril del vino del Condado")





Otra imagen de la inauguración del ferrocarril. A la derecha del capitán general aparece Ángel Torrejón el ingeniero director y junto a ellos otras personalidades involucradas en este ferrocarril ( autor desconocido/Hemeroteca ABC)


             La bendición (autor desconocido/ a través del libro "El ferrocarril del vino del Condado")

...Y el tren inaugural a punto de arrancar (colección César Mohedas)

En la elección de ese ancho tuvo que ver probablemente, además de los problemas económicos de la compañía, la posibilidad de utilizar material ferroviario de segunda mano excedente de los pequeños ferrocarriles militares establecidos en Europa durante la Primera Guerra Mundial y utilizados para establecer comunicaciones entre los frentes y las líneas férreas convencionales. De este modo las dos locomotoras de vapor de la línea fueron adquiridas en Gran Bretaña y los carriles en Alemania. Las locomotoras que, en este caso, aunque excedentarias eran nuevas, tenían rodaje 230 y procedían de la factoría británica Hunslet que las había construido en 1918 con números 1320 y 1321. Timbradas a 8 kg/cm2 y con un diámetro de ruedas acopladas de 0,61 m, tenían un esfuerzo de tracción de 2460 Kg.  Fueron bautizadas como "Almonte" y "Bollullos".



La "Almonte" fotografiada en 1923 con un grupo de militares. Desde su inauguración hasta la primavera de ese año, el ferrocarril fue operado por personal militar sin que conozca las razones (foto: autor desconocido)

Junto con ellas, también se adquirió en Gran Bretaña un tractor de gasolina de cuatro cilindros tipo Simplex de 40 CV fabricado por la compañía The Motor Rail Tramcar


Un pequeño tractor "Simplex" con motor de 40 CV "abierto". El adquirido por el Ferrocarril del Condado no debería ser muy distinto a éste (foto: autor desconocido)

Por lo que se refiere al resto del material móvil, la compañía adquirió veinte vagones de bogies y, según algunas informaciones, lo hizo a la Compañía Minera del Norte Africano ubicada en el entonces Protectorado de Marruecos. Quince de ellos fueron utilizados directamente para el transporte de mercancías mientras que cinco fueron transformados por la empresa Leopoldo del Prado en coches de viajeros:  tres mixtos de primera y segunda clase (los AB 1 a 3) y otros dos mixtos furgón y segunda clase (BC 1 y 2).


Esquema de coche de viajeros de primera y segunda clase (Dibujo de Pedro Pintado en el artículo de CARRIL citado más abajo)

Una de las pocas fotos en las que se ve un tren completo del Ferrocarril del Condado. Los coches no se pueden observar bien, pero sí destaca la estrechez de la vía férrea (foto: autor desconocido/ a través del libro "El ferrocarril del vino del Condado")



Vista parcial de una composición saliendo de la estación de la Palma en 1923 (foto: colección familia Fernández Wert)

Una corta composición en la estación de Bollullos. Junio de 1925 (foto: col. Ramírez Cepeda)

Los servicios del ferrocarril se iniciaron tras su inauguración en los primeros días de enero de 1921. En principio sólo se admitieron viajeros y equipajes, abriéndose después el servicio de mercancías. Se establecieron cuatro servicios diarios de ida y vuelta e incluso en ocasiones especiales se incrementaba el número de servicios participando en ellos hasta el propio tractor de gasolina. El servicio que prestaba a Bollullos era importante pero lo rudimentario de la vía y las ajustadas características del material dificultaban la explotación. A este respecto, parece que la potencia de las locomotoras era insuficiente y se cuentan diversas anécdotas como viajeros bajándose en las cuestas para aliviar peso o incluso empujando en algún momento al convoy.


Horarios de 1924 (Colección de Javier Fernández en el artículo de CARRIL citado más abajo)

La compañía fue sobreviviendo durante diez años con dificultades tal como parece poner de manifiesto el hecho de que en 1931 sólo estaba operativa la locomotora "Almonte". Y justamente ese año, a consecuencia de un inoportuno incidente con un niño que se subió alocadamente a un tren de mercancías y que obligó a una brusca maniobra, quedó inútil esta locomotora. A este respecto me resulta entrañable el texto que copio a continuación tomado del libro "El ferrocarril del vino del Condado" de Manuel Ramírez Cepeda:

Corría el día 8 de noviembre del año 1931. Sobre las 11 horas y en el lugar llamado La Dehesa, a 4 kms. de La Palma, el tren nº 2 de mercancías, BOLLULLOS, única locomotora que ya funcionaba de las dos que empezaron, tuvo que detener su marcha por haber lesionado a un niño. Antonio González, de tan solo 13 años, intentó subir varias veces cuando éste se encontraba estacionado en La Palma. El maquinista evitó que lo hiciera. Puesto el tren en marcha, al llegar al sitio antes mencionado, se oyeron gritos y el maquinista detuvo el convoy pudiendo comprobar que el niño, que había conseguido su propósito de montar en el tren en marcha por la escasa velocidad que éste adquiría, estaba herido en un pie. Las heridas no fueron de gravedad, pero el tren tuvo que hacer una brusca maniobra que le produjo una avería. Se dio un plazo de 15 días para arreglarla y empezar a funcionar de nuevo. 

El servicio quedó suspendido y las dificultades económicas de la compañía debían ser tales que su reparación nunca llegó a producirse. De este modo se abrió expediente de caducidad en marzo de 1932. Parece ser que en tiempos de la Guerra Civil el metal de las locomotoras fue utilizado para la fabricación de metralla. Triste destino el de estas máquinas: de guerra a guerra.

El ferrocarril del Condado que tanta alegría y esperanzas había despertado once años atrás, había llegado a su fin. Todo esto ocurrió hace ya muchos años, pero el pequeño tren sigue presente en la memoria colectiva de las gentes de aquella comarca.


Placa esmaltada  donada por Manuel Ramírez Cepeda, a la A.A.F. Cuenca Minera de Riotinto. Es uno de los pocos vestigios que quedan de ese ferrocarril. (Cortesía de Manuel Ángel González)



FUENTES CONSULTADAS:

Gómez, J. A.(1994): El Ferrocarril del Condad0. Revista CARRIL, nº 41

Ramírez Cepeda, M. (2002): El Ferrocarril del Vino del Condado, Edit. Asociación de Amigos del FC “Cuenca Minera del Río Tinto”. Huelva, 2002.

Romero Macías, E. (dir.) (2007): Los ferrocarriles en la provincia de Huelva. Publicaciones de la Universidad de Huelva