En la Exposición Mundial de París de 1878, la factoría belga Cockerill presentó un nuevo modelo de locomotora que podía considerarse como el último grito de la tracción vapor en aquellos años. Existían dos versiones: una de rodaje 1-2-0 para viajeros y otra del 0-4-0 para mercancías. Incorporaban la -para entonces- nueva distribución Walschaerts con un diseño que la hacía intercambiable entre ambos lados de la locomotora y parcialmente entre los dos modelos. Cabe decir que esta distribución -que cada vez se fue imponiendo más- era sencilla, robusta, de fácil reglaje y adaptable a las crecientes presiones de timbre de las nuevas locomotoras. Además, estas máquinas llevaban también chimenea cónica, que mejoraba el tiro, mientras que las válvulas de seguridad eran también de un diseño muy moderno. Una singularidad muy curiosa de estas locomotoras -que las hacía fácilmente reconocibles- era la de poseer ruedas macizas, aunque con cuatro agujeros redondos. Su potencia era de 595 CV, el timbre 8 kg/cm2, el diámetro de las motoras de 1,304 m y el esfuerzo de tracción de 6648 kg. Cabe resaltar que algunas de ellas ya traían de fábrica una marquesina para el resguardo de maquinistas y fogoneros.
Pues bien, la primera compañía española que adquirió estas máquinas fue la del ferrocarril de Mérida a Sevilla, que adquirió seis del rodaje 1-2-0 y diez del 0-4-0. A éstas últimas es a las que nos vamos a referir en esta entrada.
La línea de Mérida a Sevilla inauguró su primer tramo entre Los Rosales y Villanueva de las Minas el 1 de mayo de 1870, pero no se concluyó por distintas vicisitudes económicas hasta el 16 de enero de 1885, cuando ya la compañía original había sido adquirida por M.Z.A, lo que ocurrió en 1881. Como las primeras seis de las 0-4-0 de Cockerill llegaron en 1878 y las cuatro restantes en 1879, solo participaron en los últimos dos o tres años de vida de la compañía original. Ésta no las numeró de manera específica, sino que mantuvo los números de construcción de la factoría, que eran del 1001 a 1010.
La más antigua fotografía disponible de estas locomotoras es ésta del álbum de RENFE de 1947. Aparte de las ruedas macizas, destaca mucho la gran válvula situada encima del domo de vapor. |
Una vez en M.Z.A. recibieron la numeración 537 a 546 y trabajaron siempre en la zona de Mérida. Era el segundo grupo de locomotoras de rodaje 0-4-0 que recibía esta compañía tras las del Ciudad Real-Badajoz, de las que me ocupé en esta otra entrada. Fueron las únicas de ruedas macizas que dispuso esta compañía si exceptuamos las que encargó en 1900 a la Maquinista Terrestre y Marítima inspiradas en buena medida en esta serie y de las que trataremos más adelante.
A RENFE llegaron las diez locomotoras, donde formaron la serie 040-2061 a 040-2070, y se destinaron fundamentalmente a servicios de maniobras. Permanecieron en principio asignadas al depósito de Mérida, excepto la 2067 que fue destinada a Guadix. Sin embargo, en 1954, ya se habían dispersado. Siete estaban en Madrid-Atocha (2061 a 2066 y 2069),
La 040-2061 en Madrid-Atocha en agosto de 1951 (Foto: autor desconocido) |
otra pertenecía al depósito de Córdoba-Cercadilla (probablemente la 2067 de Guadix) mientras que la 2070 estaba en Mérida y la 2068 en gran reparación.
En 1962, la mayoría permanecían en Madrid y entre ellas estaba la 2064. Tal como nos cuenta Fernando Fernández Sanz -sin cuya magnífica obra estas entradas del blog no hubieran sido posibles- esta locomotora trabajaba en los Talleres Generales de Atocha, donde recibía el cariñoso nombre de "La Lola". No sé el origen de esta denominación, pero recordando que por allí campó también "La Chelito", no me extrañaría que con ella los ferroviarios de los talleres quisieran también recordar a Lola Flores, famosa ya en aquella época.
La 040-2064 ("La Lola") en Madrid-Atocha en mayo de 1963. Tres años después, sería desguazada (Foto: Norman Glover/ a través de Forotrenes) |
mientras que la 2062 estaba en Zaragoza:
La 040-2062 en Zaragoza, fotografiada en mayo de 1963 (Foto Graham Stacey/a través de Forotrenes) |
la 2063 en Alcázar, la 2067 continuaba en Córdoba:
y la 2068 en Málaga:
La 040-2068 fotografiada en Bobadilla en octubre de 1966, retirada ya para el desguace (Foto: Graham Stacey/a través de Forotrenes) |
Las dos primeras desguazadas fueron las 2066 y 2069, de Madrid, que desaparecieron en 1964. En 1966 se nos fueron otras cinco, mientras que las 2063 y 2064 (la Lola) de Madrid y la 2067 de Córdoba lo hicieron en 1967. Nada quedó de aquel orgullo de Cockerill de 1878. Lástima.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA:
Fernández Sanz, F: Locomotoras de M.Z.A. Historia de la tracción vapor en España. Tomo I. Autoedición. 1995
Fernández Sanz, F: La construcción de locomotoras de vapor en España. Ed. Trea. 2001
Maestro, A: Hitos del vapor. Ed. Revistas Profesionales. 2011
Bermell, S: Fichas de material motor. Revista Vía Libre. Julio-agosto 2008
Que "alargadas"eran esteticamente estas locomotoras!,al menos,que se pueda apreciar en las imagenes.Quiza esas dimensiones,sugieran algo mas de potencia de la cual originalmente desarrollavban,aunque,vista la epoca de su fabricacion y puesta en servicio,esta de sobra!.Realmente singular,aunque,sin lugar a dudas,esa particularidad suya de contar con ese modelo de ruedas motrices macizas,las otorgaban de todo ese encanto y distincion,a mi entender,tambien robustez en ese aspecto.Personalmente,creo que las hubiera "sentado"algo mejor un tender de al menos 3 ejes,pero,bueno,¡asi era su
ResponderEliminarservicio en aquella epoca,y asi lo desempeñaron!.Efectivamente,su marca"Cockerill",tambien era sinonimo de prestigio,y coincido,por supuesto,con tu esa afirmacion de que,lamentablemente,en esta serie,nada quedo de aquel orgulloso y prestigioso membrete belga Cockerill.Extraordinarias las imagenes,Angel