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domingo, 19 de marzo de 2017

Historias del vapor (LII): Jimena de Utrera (RENFE 030-0202)

Es curioso que dos locomotoras muy distintas, que RENFE numeró a continuación una de otra como elementos aislados, tengan nombre femenino. Si hace unas semanas me refería a la 030-0201 "Sar", conocida popularmente por "Sarita", hoy vamos a hablar de "Jimena", la 030-0202, a la que no sé si se la conocía por algún diminutivo cariñoso durante sus larga estancia en el depósito de Utrera..., aunque algo me suena de "La Jimena". En cualquier caso, sería algo que no me extrañaría, dada la fuerte unión que existía entre muchos maquinistas y sus locomotoras. 

La historia de "Jimena" comenzó en el año 1888 cuando un grupo inglés denominado The Algeciras/Gibraltar Railway y Cº Ltd  apostó por la conexión de Gibraltar con la red ferroviaria española. Cabe señalar que el proyecto de llevar el ferrocarril a esta zona ya había surgido antes en el ámbito español, relacionado sobre todo con el acceso ferroviario al puerto de Algeciras, pero no había llegado a consolidarse tanto por las dificultades orográficas como por los problemas que suponía la presencia militar en Gibraltar. 

De entre las posibilidades que se planteaban para hacer la conexión se eligió el camino hacia Bobadilla, en la línea de Sevilla a Málaga, y pasando por la ciudad de Ronda, aunque ello suponía la realización de unas obras complejas para salvar las fuertes pendientes. Unas pendientes a las que me refería hace ya tiempo en esta otra entrada preguntándome como las negociarían aquellas esbeltas y aparentemente ligeras 220 de Beyer&Peacock adquiridas en 1889 para esta línea.

Para la ejecución de las obras la compañía adquirió a la afamada factoría inglesa de Robert Stephenson dos locomotoras tanque de rodaje 030, que eran de las llamadas de "albarda" dado que el tanque de agua quedaba acoplado sobre la caldera. Aún con esta disposición, la imagen de estas locomotoras era bastante agradable y proporcionada. Tenían una potencia de 221 CV, el timbre era sólo de 6 kg/cm2, el diámetro de las ruedas de 1,079 metros y desarrollaban un esfuerzo de tracción de 2436 Kg.


"Jimena" en Utrera en 1963 (foto: L. G. Marshall)

Cuando finalizaron las obras, la primera máquina (por número de fabricación) fue vendida a la empresa Hulleras Leonesas que la asignó el número 1 y la bautizó como "Olabarri". 

La segunda fue adquirida por la propia compañía, asignándola el número 20 y probablemente bautizándola también en aquel momento con el nombre de "Jimena", en recuerdo de Jimena de la Frontera, una de las estaciones de la línea. Parece que estuvo maniobrando muchos años en el puerto de Algeciras aunque también hay testimonio gráfico de su presencia en el puerto de Málaga. 


Una entrañable imagen de "Jimena" junto a un joven aficionado en el puerto de Málaga. Años 20 (foto: autor desconocido. A través de Pacheco/Forotrenes)
En algún tiempo posterior pasó a convertirse en máquina-piloto del depósito de Utrera. ¿Ocurrió en 1912 cuando su compañía de origen fue absorbida por la de Andaluces? No lo sabemos, pero de lo que si disponemos es de algunas fotos de ella, bien cuidada y plenamente operativa, en el citado depósito. 


Otra bella imagen de la locomotora en Utrera (foto: autor desconocido)


En la placa del depósito, en junio de 1966 (foto: M. J. Beckett)



En la rotonda, junto a otra "vieja gloria", si no me equivoco una "compound" 230 de Andaluces (foto: autor desconocido. A través de Pacheco/Forotrenes)



Ferrán Llauradó la fotografió así en mayo de 1965



En presión (foto: autor desconocido/a través de ACUFER)


Cuando fue jubilada pasó al depósito de Sevilla San Jerónimo. Sin embargo no fue destinada al desguace sino que alguien con buen criterio decidió su preservación, junto con otras locomotoras de vapor y el automotor Sentinel, para el futuro museo. Pero pocos años después, otro alguien, con un criterio muy distinto, decidió definitivamente su desguace, lo que pudo suceder en 1978.

En cuanto a su gemela "Olabarri" fue todavía vista muy a finales del siglo pasado ya retirada en las instalaciones de su empresa en Santa Lucía (León). 


La "Olabarri" fotografiada por Gustavo Reder en 1961



La "Olabarri" ya apartada (foto: autor desconocido/ a través de ACUFER)


Poco a poco fue degradándose:

La "Olabarri" apartada en Santa Lucía (foto: Manuel Serrano)

Todavía en 2006 fue fotografiada así:


(foto: GALPER54) 
Ignoro si todavía sobreviven sus restos o ha sido del todo desguazada...que lo será, si alguien no muestra mucho interés en conservar esta joya de la factoría de Robert Stephenson. Nos quedamos en todo caso con el recuerdo de ambas a través de una de aquellas fotos que Marshall hizo a "Jimena" en todo su esplendor.






Mayo de 2019:

Una estupenda noticia: La "Olabarri" ha sido restaurada exteriormente e instalada en una zona recreativa de la población de La Robla.


(foto: Diario de León)








FUENTES CONSULTADAS:

Reder, G y Fernández Sanz, F. Locomotoras de Andaluces. Historia de la tracción vapor en España. Tomo III. Editorial Revistas Profesionales. 2010

Wais, F: Historia de los ferrocarriles españoles. Editora Nacional. 1971

Blog de Manolo Serrano

Asociación Cultural Utrerana Ferroviaria

Forotrenes

domingo, 12 de julio de 2015

Historias del vapor (XVII) ¿Cómo subían a Ronda? (RENFE 220-2021/2023 y 2031)

Cuando preparaba esta entrada, la primera cuestión que me planteaba era sobre las dificultades que debían tener estas locomotoras de rodaje 2-2-0, y de no gran potencia, para negociar sus contínuas subidas a Ronda, el tramo más difícil de la línea de Algeciras a Bobadilla, para la que fueron construidas y en la que permanecieron muchos años. Por eso, no me sorprendió en absoluto cuando, al leer la referencia que hacía sobre ellas nuestro admirado Lawrence G. Marshall en su libro Los tiempos del vapor en RENFE, dice "Cómo tan delicadas máquinas podían coronar la fuerte escalada a Ronda, permanecerá siempre en el misterio..."

La primera remesa de tan "delicadas máquinas" fue encargada a la factoría inglesa Beyer&Peacock por el ferrocarril de Bobadilla a Algeciras que pertenecía a una compañía también inglesa, la Algeciras Gibraltar Railway Company y se recibieron en 1889. Se trataba de tres locomotoras dotadas con el primitivo sistema compound Worsdell-Von Borries de dos cilindros. Tenían un timbre de 9,8 kg/cm2, una potencia de unos 600 CV y un diámetro de ruedas motoras de nada menos que 1,714 metros. Naturalmente, ello originaba que el esfuerzo de tracción fuera sólo de 4733 Kgs, probablemente muy justo para las dificultades, de la línea.  Supongo que ello obligaría a veces a las dobles tracciones en los tramos más conflictivos con rampas que a veces superaban las veinte milésimas. En cualquier caso, presentaban una bella imagen adornadas con relucientes chapas de latón. Fueron bautizadas como XIV de mayo, Ronda y Campillos.

La siguiente remesa de otras tres locomotoras, fue recibida al año siguiente, 1890. También eran compound aunque posteriormente -era de esperar- se las transformó a simple expansión. Se difereciaban del primer lote en tener una mayor parrilla, lo que llevó a una separación ligeramente mayor entre los ejes motores. Fueron numeradas del 4 al 6 y bautizadas como Cádiz, Guadaira y Bobadilla.

Una de las primeras fotos de las 220 del Bobadilla-Algeciras. Obsérvese el gran farol delantero que sólo se ve en fotos de esta primera época (Foto: a través de Rafotas/Forotrenes)
Un tren comandado por una 220 en descenso hacia Algeciras (Foto: a través de Rafotas/Forotrenes)

Descarrilamiento de un tren arrastrado por una 220 (Foto: archivo Fernández Sanz)

Por fin, en 1913, al hacerse necesario un refuerzo de la tracción viajeros en la línea, se adquirió un último lote de dos locomotoras del mismo tipo. Por lo que parece, la compañía estaba satisfecha con él y desde luego quería la mayor unificación posible en sus locomotoras. La única modificación que se acometió fue una pequeña disminución del diámetro de las ruedas tractoras, lo que aumentaba el esfuerzo de tracción en unos 1000 kg más, sin que la pequeña pérdida de velocidad penalizara en absoluto la operación. Llegaron por tanto la 7 y la 8 y fueron bautizadas como Almoraima y Castellar.

La número 7 "Almoraima", luego 220-2031 (Foto: Album motor RENFE)

Otra preciosa imagen de la "Almoraima", ya en RENFE pero con la matrícula de Andaluces (Foto: Juan B. Cabrera/archivo CEHFE)

Todas estas locomotoras estuvieron adscritas al depósito de Algeciras y se ocuparon de los servicios de viajeros de la línea hasta que llegaron las nuevas 2-4-0 en 1920, momento en que pasaron a desempeñar servicios auxiliares. Tras el paso a RENFE, las tres primeras  y la 8 fueron desguazadas en 1942 sin llegar a tener un número en esta compañía. Las 4, 5, 6 y 7 siguieron en funcionamiento adscritas a Algeciras -salvo una estancia de unos años de la 2021 en Guadix- y se las asignó la numeración 220-2021 a 220-2023 y 220-2031. En 1957 pasaron al depósito de Murcia para trabajar entre Alicante, Alquerías y Torrevieja. 

La 220-2021 con un mixto en el servicio Albatera-Torrevieja (Foto: Wyrsch)
Destinadas finalmente a Alicante, ya en situación de reserva, en 1962, la 2021 se desguazó en 1966, la 2022 en 1965 y, por suerte, la 2023 fue conservada para el Museo. Por su parte, la 2031 fue la última locomotora de este tipo que prestó servicio en España y probablemente en Europa, siendo desguazada también en 1966.

La 220-2031 en Torrevieja en diciembre de 1961 (Foto: Wyseman)

La 220-2023 entrando en Alicante en mayo de 1962 (Foto: L. G. Marshall)
La misma locomotora anterior plaqueando en Alicante en mayo de 1962 (Foto: L. G. Marshall)

En febrero de 1965, Marc Dahlstrom todavía pudo ver a la 2023 en funcionamiento.
Afortunadamente, la 2023 sigue con nosotros en el Museo de Vilanova.

La 220-2023 en Vilanova (Foto: J. Vilarino)

Y es muy de agradecer que la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, las dedicara uno de sus sellos.



La imagen creo que corresponde a una postal editada en 1978 por Edicions Ferroviaries S.A. En su parte posterior se lee "Locomotora serie 220-2021/23". De ahí ha podido provenir la equivocación de la leyenda del sello que se refiere a la locomotora como la 2021 cuando sólo puede ser la 2023. Y lo de que esté echando humo...supongo que es una "licencia artística". En fin, gracias de todos modos.

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

L. G. Marshall: Los tiempos del vapor en RENFE

Fernández Sanz, F: Locomotoras de Andaluces. Historia de la tracción vapor en España. Tomo III Revistas Profesionales. 2010