1883
"Teresita"
La llamada línea de Val de Zafán se empezó a construir por la Sociedad del Ferrocarril de Valdezafán a San Carlos de la Rápita a finales del siglo XIX con la finalidad de conectar las zonas mineras y agrícolas del Bajo Aragón con el Mediterráneo, y era continuación de la inaugurada entre Zaragoza y La Puebla de Híjar en 1879. Debería arrancar de la estación de La Puebla para alcanzar el mar por San Carlos de la Rápita. Tras muchas vicisitudes empresariales y administrativas, en 1887 la concesión fue asumida por la compañía de Zaragoza al Mediterráneo que impulsó las obras de modo que en 1895 se inauguraba el tramo de 37 km entre la Puebla y Alcañiz, donde se instalaron talleres y depósito. El propósito era continuar de forma inmediata la construcción hacia Tortosa pero las pérdidas de la compañía hizo que los avances fueron mínimos e incluso que cesara su actividad en 1899. En esa situación el Estado se hizo cargo de la línea sin abandonar el objetivo de llegar al mar. Los trabajos se impulsaron mucho durante la Dictadura de Primo de Rivera pero fue durante la Guerra Civil cuando la línea se completó a toda velocidad por razones estratégicas trabajando en ello un gran número de presos republicanos y registrándose muchas bajas. De este modo, en 1941, se inauguró la línea hasta Tortosa aunque nunca llegó a alcanzar el mar, si bien la explanación llegó a realizarse hasta el final.
Para los trabajos de construcción del tramo entre Samper de Calanda y Alcañiz los contratistas adquirieron una pequeña locomotora de caldera vertical que, tras pasar al Zaragoza al Mediterráneo y luego al Estado, finalmente llegó a RENFE. Trabajó durante muchos años en los talleres del Clot y quedó finalmente preservada en el Museo de Vilanova. A ella va dedicada esta entrada.
Esta locomotora fue adquirida a la factoría belga Cockerill en el año 1883 con el número de fábrica 1354 por José Nicolau y José Carbonell contratistas del tramo entre Alcañiz y Samper, como se apuntaba más arriba. Tenía una potencia de 125 CV, un timbre de 10 kg/cm2 y un diámetro de ruedas de 0,6 m. Desarrollaba un esfuerzo de tracción de 1026 kg. Podía albergar hasta 1500 litros de agua y cargar hasta 500 kg de carbón. Era por tanto una típica pequeña máquina de las que se desarrollaron a finales del siglo XIX y principios del XX para trabajos en depósitos o movimientos en zonas industriales, y muy específicamente mineras.
Probablemente comenzó sus trabajos en la línea en 1885 y cuatro años después pasó -a través de otro contratista- a la compañía del Ferrocarril de Zaragoza al Mediterráneo. Hacia 1911, siendo ya el Estado el propietario de la línea, recibió el número 4, probablemente tras las tres 021 adquiridas a Norte y a las que me refiero en otra entrada del blog.
Tal como aparece en el travesaño frontal se trata de la Z-M 4 en fecha y lugar desconocidos si bien por la casilla parece que es un zona cercana a la Puebla de Híjar. De acuerdo con Javier Fernández López, con toda probabilidad la locomotora vino ya de fábrica con cabina, o al menos techada. En cualquier caso es una imagen curiosa e interesante porque parece que el número 4 lo habría recibido al ser adquirida por el Estado. (Museo del Ferrocarril de Cataluña)
Tras la integración en RENFE se destinó a los talleres barceloneses del Clot y se la asignó la matrícula 020-0210. Realmente nunca mostró esa numeración de forma física y la que figuró en su traviesa frontal fue la CLOT Nº 1.
Dadas sus características siempre trabajó en los citados talleres donde recibió la denominación de "Teresita"sirviendo en sus últimos tiempos como generador de vapor. Debió ser dada de baja poco después de 1967 y en 1972 fue expuesta en el Congreso MOROP de ese año celebrado en Vilanova. Años después quedó oficialmente asignada al Museo de Vilanova y entre 1990 y 1991 fue sometida a una restauración externa.
"Teresita" en Vilanova en fecha desconocida y antes de ser restaurada. Había recibido una cabina distinta de la que aparece en la primera imagen (Mariano Orozco)
Actualmente se mantiene en exposición siendo una pieza de gran valor dado que se trata de las más antiguas Cockerill de caldera vertical que se conservan en todo el mundo.
Nota: En relación con lo expuesto cabe notar que RENFE también recibió otra locomotora de caldera vertical procedente esta vez de la Compañía del Norte que la adquirió para sus talleres de Valladolid. Allí recibió la matrícula E-1 y permaneció trabajando en el mismo destino hasta finales de los años sesenta. Quedó conservada y permanece expuesta en la entrada de los citados talleres.
La E-1 en los talleres de RENFE en Valladolid (Museo del Ferrocarril de CataluñaY otra nota más: Curiosamente hubo alguna "teresita" más en el ferrocarril español. Así, la locomotora nº 6 del Vasco Navarro, cuyo nombre oficial era "Guipúzcoa", era también conocida popularmente como "Teresita".
FUENTES CONSULTADAS
Reder, G. y Fernández Sanz, F. (2013): Locomotoras de otras compañías de vía ancha. Historia de la tracción vapor en España, tomo V
González Márquez, M. y Calvera, J. (2016): Fichas de material motor RENFE: 1941-2016. Ed. Gestión Ferroviaria
Bas Ordoñez, G. (2017): Las locomotoras de vapor de caldera vertical en España. Revista de Historia Ferroviaria nº 19
Página web del Museo del Ferrocarril de Cataluña
Excepcional la foto poniendo ZM-4.
ResponderEliminarManuel González Márquez.
Si, me alegró mucho encontrarla. Interesantísima.
EliminarA mi modo de ver, por el constructor y fecha, con toda probabilidad la locomotora viniera ya de fábrica con cabina, o al menos techada. Luego se reformó por esa cubierta "aerodinámica" que se decidió eliminar en su rehabilitación. Lo que sí que era seguro de fábrica era la baranda sobre el testero, que también ha desaparecido.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus precisiones Javier, que he incorporado a la entrada. Saludos.
EliminarDeliciosa joya ferroviaria esta "minilocomotora",reálmente,creo
ResponderEliminarque aparentaba rendir algo menos de esos 125 cv,dadas sus dimensiones y estilo,así como su capacidad de agua y carbón...
Me resulta curiosísimo el aspecto que ofrecía con su buena cabina,en las imágenes 2 y 3,con el nuevo modelo de cabina,me
sugiere un aspecto bastante similar a una dresina de servicio
en vía...Me la imagino cumpliendo sus cometidos en aquella
siempre interesante línea aragonesa,tal como muestra la entrañable primera imágen...Es una verdadera suerte el que esta pequeña gran joya ferroviaria se conserve,mostrando su
único y especial aspecto sin su cabina,personálmente la encuentro un poco más atractiva con el citado elemento,pero,
bueno,por supuesto que no le resta atractivo!...