domingo, 13 de noviembre de 2016

Crónicas de la vía estrecha (IX R): De Riotinto a Huelva (1): La apoteosis del vapor


                              
Un eficiente sistema ferroviario para un gran emporio minero

Hace años, cuando oía hablar del ferrocarril y minas de Riotinto, lo que me venía a la cabeza era esa imagen "mineral" que siempre nos contaban, un paisaje rojizo, casi "marciano", con poca vegetación y bastante desolado. Sabía que existía allí un ferrocarril para el transporte de mineral hacia Huelva, pero realmente nunca presté mucha atención. Esa actitud cambió cuando me enteré del importante centro de interpretación que se había desarrollado allí, años después del cierre definitivo del ferrocarril. Supe también de la conservación de muchos de sus elementos, incluidas algunas locomotoras y coches de viajeros con los que se efectuaba un recorrido turístico. Fue -y sigue siendo- una gran iniciativa que trató de paliar el inmenso error del deterioro de un primer museo que se puso en marcha en 1974.




A partir de ese momento empecé a documentarme más y me quedé sorprendido del gran sistema  ferroviario que había desarrollado la compañía inglesa Riotinto Company Limited fundada en 1873 para la explotación del yacimiento y el transporte de piritas hasta el puerto de Huelva, y desde allí a Gran Bretaña para la obtención principalmente de ácido sulfúrico. Nada menos que unos 300 km de vías, de las cuales 85 correspondían a la línea propiamente dicha. En cuanto a locomotoras, llegó a contar con 147 de vapor para servicio de línea, minas o puerto, nueve diésel, 21 eléctricas (para el servicio interno de las minas) y una -o dos- de aire comprimido. Y por lo que respecta a material móvil, dispuso de cerca de 40 coches de viajeros, 1300 vagones y más de 2000 vagonetas de mina. 

La línea, en ancho de 1,067 m. y paralela al Río Tinto, fue construida con gran rapidez entre 1873 y 1875 solucionando definitivamente el problema del transporte de mineral hasta el embarcadero de Huelva. Si bien hacia 1860 ya existieron algunos proyectos para su construcción, lo cierto es que hasta ese año de 1875 el transporte se llevaba a cabo mediante tracción animal hasta cerca de Valverde del Camino, donde se transbordaba al ferrocarril de las minas de Buitrón, del que ya me ocupé en una entrada anterior. A través de éste llegaba  el mineral hasta San Juan del Puerto y desde allí, mediante barcazas, alcanzaba el puerto de Huelva.


El más oriental de los tres principales ferrocarriles mineros onubenses era el de Riotinto. Seguía el valle del río Tinto y desde la estación de Las Mallas corría paralelo a la línea de Sevilla a Huelva. Más hacia el oeste quedaban los de Buitrón y Tharsis. Todas eran compañías inglesas gestionadas por ingleses y con material y usos inglese para explotar la gran riqueza del norte de Huelva en piritas de hierro y cobre. En el de Río Tinto, dada su magnitud, es donde todo ello se mostró más claramente (mapa de Pedro Pintado)



Croquis detallado de la línea entre Huelva y Nerva, junto a las minas. El ferrocarril descendía desde allí hasta Niebla, situada en la línea de vía ancha de MZA de Sevilla a Huelva discurriendo luego ambas de forma paralela hasta las proximidades de Huelva. (Alan Sewell)

Su puesta en servicio, con una excelente infraestructura y más de doce estaciones para la regulación de los trenes y la de los distintos ramales hasta pueblos cercanos (Nerva, Riotinto, El Valle, Campillo y Zalamea) necesarias para el transporte de trabajadores y viajeros, supuso la llegada de la modernidad a toda la comarca y un cambio en su economía y estilo de vida ya que, en el acuerdo estipulado entre la compañía y el Gobierno español, se estipulaba que el ferrocarril debería asegurar también el servicio público. Tras unos años en que los viajeros podían utilizar el ferrocarril mediante bonos otorgados por la compañía, lo que originaba distintos conflictos, en 1895 se estableció una regulación del servicio con el establecimiento de tarifas. En cualquier caso, el transporte de viajeros siempre fue residual y sólo para cumplir los requisitos de transporte público. Por el contrario el de mineral fue intenso gozando de una excelente organización y explotación. A este respecto puede señalarse que en 1927 circulaban por la línea 28 trenes de mineral diarios e incluso en 1955 alcanzaban la cifra de 42 utilizando las 24 horas del día.

Los horarios de trenes de viajeros del año 1929. Un mixto descendente y otro ascendente de lunes a sábados (A través de Spanish Railways)


Los horarios de 1939. Como puede verse el servicio entre Riotinto y Huelva estaba suspendido mientras que se mantenían operativos diversos servicios entre Nerva y Riotinto y Riotinto y Zalamea la Real para el transporte de trabajadores.

Los horarios de 1954. Entre Huelva y Riotinto se mantiene el mixto de ida y vuelta pero la nota al pie deja campo libre a una posible suspensión "cuando las necesidades de transporte de material lo requieran". Entre Nerva y Zalamea la Real, los servicios eran mucho más frecuentes.

Entre los años ochenta del siglo XIX y 1914 el negocio de la compañía fue boyante pero la ocurrencia de la Primera Guerra Mundial, la Gran Depresión y la Guerra Civil española plantearon serios problemas a la compañía del Riotinto. En 1954 la sociedad fue comprada en su mayor parte por un grupo de bancos españoles pasando a denominarse desde 1955 Compañía Española de Minas de Río Tinto.  Pero los cambios en los mercados y en los sistemas de transporte hicieron al ferrocarril cada vez menos necesario. El declive definitivo llegó en 1964 con la creación del Polo de Desarrollo Industrial de Huelva. A partir de ese momento el mineral ya no se embarcaba hacia Gran Bretaña, su transporte empezó a hacerse mediante camiones y el ferrocarril perdió su funcionalidad. En 1970 la empresa se acabó fusionando con la Unión Española de Explosivos dando lugar a Unión Explosivos Río Tinto (ERT). 

Ya en 1975, el ferrocarril sólo transportaba mineral hasta la estación de Las Mallas, donde era transbordado a vagones de RENFE. Por su parte, los denominados "ramales" cerraron en 1968, lo que significó el final definitivo del transporte de viajeros, si bien alguna información no contrastada apunta a que un residual servicio de este tipo por una pequeña parte de la línea principal, pudo sobrevivir hasta el 27 de febrero de 1984, fecha del cierre definitivo del ferrocarril. 

Con el fin de preservar en la medida de lo posible parte del gran patrimonio histórico, se creó en 1974 un museo ferroviario por parte de la compañía Explosivos Río Tinto. En 1987, se creó la Fundación Río Tinto y el  Museo Minero de Río Tinto, con lo que potenció y amplió la conservación del material histórico y se estableció el ferrocarril turístico con un recorrido de 12 kilómetros.

El parque de locomotoras de vapor

La tracción vapor fue suspendida en 1975 tras haber trabajado en el ferrocarril un total de 143 locomotoras. Fueron de siete modelos diferentes y estaban clasificadas por la compañía -supongo que por rodaje, configuración y potencia- en trece "clases" distintas (A, B, C, D, F, G, H, I, J, K, L, M y N) y algunos otras denominados por su tipo- Garrat- o serie numérica "las doscientas"), algo muy común en el mundo anglosajón. Sus fechas de construcción oscilan entre 1874 y 1954 y excepto diez fabricadas por la compañía norteamericana Baldwin, el resto eran de factorías inglesas tales como DübsHunslet, Neilson, Avonside, Beyer Peacock o North British. La clase más numerosa fue la I, del tipo 030 T con 48 máquinas. Todas se caracterizaban por ir pintadas de negro con la traviesa frontal en rojo y llevar escrito en los laterales su número de orden en grandes caracteres. Recordémoslas brevemente:

Clase A:

Solo tuvo una locomotora, la número 1. Era una potente tanque 230 de Hunslet construida hacia 1874 que en principio formaba parte de un lote de ocho destinado a un ferrocarril en Tasmania. En 1909 fue transformada adquiriendo el rodaje 032T. Fue desguazada en 1935.

Clase B: 

Era un grupo de siete máquinas del tipo 030 ST. Las 2 a fueron construidas por Neilson en 1875 y 1887 mientras que las 28, 29, 130 y 131 procedían de North British y lo fueron entre 1906 y 1908.



La nº 3 era una de las siete locomotoras de la clase B (Archivos RTZ)

Clase C:

Eran catorce máquinas tipo 030T. Todas fueron adquiridas a Beyer Peacock: doce en 1875 y otras dos en 1890. Ocupaban los números 5 a 18. Nueve de ellas llegaron hasta el cierre del ferrocarril y otras fueron desguazadas o vendidas excepto la 14 restaurada por la Escuela Taller de la Fundación Río Tinto.


La locomotora nº 5 del tipo 030 T pertenecía a la clase C. En esta foto tomada por L. G. Marshall en 1961 arrastra un tren de mineros. Habían trabajado en el arrastre de trenes de mineral hasta Huelva pero al aumentar el peso de los trenes fueron sustituidas por locomotoras tipo 040 y dedicadas a trenes de mineros y pasajeros.

Pocos años después, en 1965, Jeremy Wiseman volvió a captar a la nº 5 arrastrando un tren de viajeros cerca de la estación de El Valle, en un paisaje muy típico de la línea.


La nº 12 pertenecía también al grupo anterior. En esta foto de Ferrán Llauradó aparece a la cabeza de un tren de viajeros.


La nº 13, también del grupo de 1875, fotografiada por L. G. Marshall en 1961


Es ahora la nº 16, la última del citado grupo de 1875, la que abandona El Valle con dirección hacia Zalamea (Foto: J.Wiseman)


Clase D:

Eran seis pero ya de tipo 040T y procedían de Beyer Peacock. Tres, las 19, 20 y 21 fueron construidas en 1898 mientras que las otras tres, 127, 128 y 129 lo fueron en 1907. 


Imagen de fábrica de una de las locomotoras Beyer Peacock de la clase D (archivo Alan Swell)


Clase E:

Provenían de la factoría norteamericana Baldwin y también eran del tipo 040T; eran las 22 a 27 y todas se construyeron en 1901. Se desguazaron en los años treinta excepto la 129 que lo fue en 1952.


Clases F, G y H.

Del tipo 020T, estaban destinadas fundamentalmente al trabajo en el entorno de las minas. La F  tenía cuatro locomotoras, las 30 a 33. La G solo dos, las 34 y 71. Todas ellas fueron construidas por Henry Hugues entre 1873 y 1877.  Por su parte, la H constaba de 13 unidades construidas por Dübs entre 1877 y 1885; fueron las 35, 36, 38, 39, 40, 42, 43, 44, 63, 64 y 65. Todas habían sido construidas en el último tercio del siglo XIX.

Clase I

Fue la más numerosa. Constaba de 44 locomotoras tipo 030T que dieron un excelente rendimiento y que se denominaron coloquialmente como "las chatas". Fueron las 45 a 62, 66 a 70, 72 a 88 y 93 a 96. Las numeradas del 45 al 80 provenían de Dübs y habían sido construidas entre 1880 y 1905. Las 81 al 96 eran ya North British y llegaron entre 1905 y 1908.
La 51 fue restaurada para el tren turístico.


La nº 51 fue construida por Dübs en 1890 y englobada por la compañía en la clase I (Foto: L.G.Marshall)

La nº 55, otra 0-3-0 T Dübs, clase I, pero de 1883. Maquinista y fogonero no parecen muy convencidos de salir en la imagen (Foto: L. G. Marshall)


La nº 77, otra Dübs del año 1900 englobada en la clase I  (Foto: L. G, Marshall)


La nº 96, una 0-3-0 T, última de la clase I, pero ahora construida por North British en 1908 (Foto: L. G. Marshall)


Clase J

Fueron cuatro locomotoras 030T construidas por Baldwin en 1907 y matriculadas como 89 a 92.

Clase K

Constaba de 26 máquinas también 030T. Todas ellas procedían de North British y llegaron entre 1907 y 1912. Fueron las 101 a 120 y 132 a 137 y en su momento fueron las más potentes de la compañía.

La 109, una clase K, fotografiada por Trevor Rowe

Clase L:

Eran seis tipo 030T fabricadas por Avonside en 1907. Tuvieron los números 121 a 126 y fueron desguazadas entre 1966 y 1978.


La nº 122, una 030T, clase L,  de Avonside de fotografiada por Wiseman en El Valle en enero de 1965


Clase M

La constituían siete locomotoras 020T de ancho de vía de 610 mm diseñadas para el trabajo en el entorno de las minas. Construidas entre 1880 y 1884 por la factoría Black Hawthorn, no recibieron numeración.

Clase N

Eran dos locomotoras grúas numeradas como 138 y 150. Fueron construidas en 1913 y 1930 por Hawthorn Leslie. Una de ellas se conserva en el museo.

                                                      La 150 en marzo de 1961 (L.G. Marshall)


Otras locomotoras: 

En cualquier caso, de todas ellas las más potentes fueron las dos Garrat 131 + 131 adquiridas en 1929 a Beyer Peacock. Tenían los números 145 y 146 y no se englobaron en ninguna clase.


La Garrat146 fotografiada por L. G. Marshall en Las Cañas en marzo de 1961. 


Las últimas máquinas adquiridas por la compañía lo fueron en 1953. Fueron seis elegantes 130 adquiridas en 1953 a Stephenson Hawthorn, numeradas como 200 a 205, que tampoco recibieron una denominación específica de clase, pero sí el apodo popular de las Gildas.


Así lucía esta Gilda 1-3-0 de Stephenson201 en 1961 (Foto: Trevor Rowe)

La nº 202 saliendo de Huelva con un tren vacío en 1970 (Foto: L. G. Marshall)


La airosa estampa de la 204 (Foto: autor desconocido/a través de La Factoría)

En los años sesenta, la compañía comenzó a adquirir algunas locomotoras diésel, lo que unido a la drástica disminución del transporte de mineral condujo al abandono del vapor en 1975. En 1984 la línea se cerró definitivamente. Lo veremos todo ello en una siguiente entrada, junto con la situación actual del material de tracción superviviente. 




FUENTES CONSULTADAS

Allen, R. y Wheeler, R. (1987): Vapor en la sierra. Aldaba ediciones. 

Sewell, A. (1991): The Rio Tinto Railway. Plateway Press

Marshall, L.G.(1999): Recuerdo del vapor en la vía estrecha española. Ediciones Trea.

Gutiérrez, A. (2005?): El Ferrocarril de Riotinto. Revista Maquetren, nº 139

Delgado Domínguez, A. y otros (2007): Las locomotoras de vapor preservadas en Riotinto. Revista CARRIL nº 65. 

Varios (2007): Los ferrocarriles en la provincia de Huelva. Un recorrido por el pasado. Universidad de Huelva y Asociación Amigos del Ferrocarril "Cuenca Minera de Riotinto".

Wiseman, J. (2008): Trenes y tranvías en el sur de España. Ediciones Trea.

Prieto, Ll. y García Mateo, J.L. (2012): El ferrocarril minero de Riotinto. Ediciones Lluis Prieto Tur. 2012

Mi agradecimiento a Fernando Santiago Rodríguez por su asesoramiento videográfico. 

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Varios blogs se ocupan del ferrocarril de Riotinto desde diversos puntos de vista. Aquí reseño los que me han parecido más interesantes:

Blogs:

La Factoría

Trenes y más trenes

Parque Minero de Riotinto

La ruta del Tinto

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A diferencia de otros ferrocarriles, el de Riotinto cuenta también con testimonios videográficos muy interesantes, sobre todo los realizados por José Luis García Mateo, profundo conocedor del ferrocarril español y oriundo de la zona. Son verdaderamente interesantes y entrañables las entrevistas a antiguos trabajadores del ferrocarril.

Vídeos:

Trenes mineros de España, primera parte

Héroes del vapor (primera parte)


Héroes del vapor (segunda parte)


De todos modos en youtube pueden encontrarse más imágenes de este ferrocarril y muy en especial del actual tren turístico. 









domingo, 6 de noviembre de 2016

Historias del vapor (XLIV): La pequeña historia de "Las Puentes" y sus compañeras (RENFE 030-2377/030-2380)

Como vimos en una entrada anterior,  la Compañía del Noroeste -que ya en 1865 cambió su denominación por la de Ferrocarril de Palencia a La Coruña y de León a Gijón- adquirió en 1863 catorce locomotoras. Siete eran del tipo 120 y siete del 030. La casa constructora fue la inglesa Neilson y en su diseño se daba una mezcla del estilo bourbonnais francés con algunas influencias inglesas. Mientras las 120 fueron dadas de baja por la Compañía del Norte entre  1918 y 1925, las 030 llegaron a RENFE constituyendo la serie 030-2381/030-2387  y  a ellas me referí en la citada entrada.

Un par de años después, en 1865, y a medida que la línea avanzaba hacia el noroeste peninsular, la citada compañía adquirió nuevas locomotoras para asumir fundamentalmente el tráfico entre León y Brañuelas.  Eran otras catorce del tipo 120 y siete del 030. En este caso fueron servidas por la factoría Koëchlin. Una vez más, fueron las 030 las que llegaron a RENFE y se convirtieron en la serie 030-2393 a 030-2398. Me referí a ellas en esta otra entrada.

Pues bien, en 1878 las dificultades de la Compañía del Noroeste eran tales que fue declarada en quiebra e incautada por el Estado. Inmediatamente después se creaba por un real decreto el Consejo de Incautación de la Compañía del Noroeste con la finalidad principal de continuar las obras hacia Galicia y Asturias. Dos años después, en 1880, y a través de una subasta de las concesiones de la citada compañía,  fue la recién creada Compañía de Asturias, Galicia y León (AGL) -participada por la Compañía del Norte, la que tomó su relevo.

En cualquier caso, y debido probablemente a la vista de la crítica situación del material de tracción de la Compañía del Noroeste,  el citado Consejo de Incautación solicitó de forma inmediata cuatro nuevas locomotoras de mercancías de rodaje 030 a la compañía Neilson. Llegaron en 1880 –cuando ya estaba constituida la AGL-  y eran casi similares a las que este mismo constructor había servido en 1863 y a las que ya me he referido.

Eran unas máquinas de 480 C.V., con un timbre de 8 kg/cm2, un diámetro de ruedas motrices de 1,210 m.  y un esfuerzo de tracción de 5475 kg. No se conocen los números que se les asignó en la AGL pero sí los nombres con que fueron bautizadas: “Parana”, “Las Puentes”, “Cave” y “Neira”. Eran denominaciones de ríos de aquellas zonas, y en el caso de “Cave” se cometió un error  ortográfico ya que el nombre correcto del río es “Cabe”.
La Norte 1635 "Cave" , futura RENFE 030-2379 con su típica caldera junto a la cabina de conducción y encima del hogar, algo que en aquella época se consideraba importante (Foto: álbum motor RENFE)

Cuando la AGL fue absorbida por Norte en el año 1885, estas locomotoras recibieron los números 633 (Parana), 634 (Las Puentes), 635 (Cave) y 636 (Neira). Naturalmente, cuando Norte reestructuró sus criterios de matriculación pasaron a ser las 1633 a 1636.

Normalmente se conocen pocos detalles de las vidas y anécdotas de estas locomotoras que hace ya tanto tiempo que existieron y desaparecieron. Por eso, cuando se encuentran, es un gusto poderlos reseñar. En este caso es posible seguir un poco más en detalle la humilde “vida” de una de ellas, la 1634 “Las Puentes” gracias a unas imágenes facilitadas por Juan Antonio Méndez Marcos y también al pequeño debate que sobre una de ellas, se produjo en Forotrenes y al que luego me refiero.

En la imagen que sigue a continuación y de la que sólo sabemos que está tomada en la estación de Parga en el siglo XIX, puede verse a “Las Pontes” (así lo afirma la documentación) arrastrando un tren de bateas.  La estación de Parga está muy cerca de Guitiriz en la provincia de Lugo, en el tramo entre esta ciudad y La Coruña. No sabemos si “Las Pontes”  empezó  a trabajar directamente en ese tramo, ya que algunos de ellos estaban operativos antes de que la construcción de la línea finalizara completamente, o llegó después. Tampoco conocemos si todavía estaba adscrita a la AGL, en cuyo caso la foto se tomó entre 1880 y 1885, o fue después de estas  fechas y entonces pertenecía ya a Norte.

"Las Pontes" en la estación de Mieres, en algún momento de los últimos años del siglo XIX. En el travesaño frontal se adivina "34" pero no puede distinguirse nada más (Foto: fondo del Museo del Ferrocarril de Asturias/ a través de J. A. Méndez Marcos)
La siguiente imagen corresponde al álbum oficial de Norte de 1907. "Las Puentes" luce en ella en todo su esplendor.

"Las Puentes" según el álbum oficial de material motor de Norte de 1907
Sin embargo, en la siguiente se ve a nuestra “Las Puentes” muy afectada por un accidente. Se trató de un alcance por parte de un tren de viajeros que tuvo lugar, según la escasa documentación disponible, durante la Guerra Civil. 
Probablemente es "Las Puentes" la locomotora alcanzada y arrollada por un tren de viajeros conducido por una 4000 de Norte. Se trata casi con toda seguridad de la entrada a la estación de Valladolid durante la guerra civil o la inmediata posguerra  (Foto:autor desconocido/ a través de J. A. Méndez Marcos)
Esta foto, que tengo la sensación que fue publicada en algún momento en la antigua sección “Por toda la Red” de la revista "Vía Libre", suscitó un interesante debate en Forotrenes en el que se llegó a la casi certeza de que el lugar del hecho fueron las agujas de entrada –o de salida- de la estación de Valladolid.

De hecho, sabemos que en 1949 “Las Puentes” y sus tres “hermanas” que ahora formaban en RENFE la corta serie 030-2377 a 030-2380, estaban trabajando en Valladolid. Por tanto, parece claro que tras el accidente fue reparada y siguió operativa. Fue desguazada –como 030-2378- en 1956. Las 2377 y 2380 lo fueron  en 1955 y la última en hacerlo fue la 2379 en 1958.

No ha sido posible encontrar más testimonios gráficos. Pero, al menos, hemos podido profundizar someramente en algún detalle de la humilde vida de una de estas locomotoras, seguramente muy parecida al de otras tantas y tantas “vaporosas” nacidas en el siglo XIX. 


FUENTES CONSULTADAS:

Reder, G. y Fernández Sanz, F: Locomotoras de la Compañía Norte. Historia de la tracción vapor en España. Tomo II. Editorial Revistas Profesionales. 2011

Wais, F: Historia de los ferrocarriles españoles. Editora Nacional. 1971

Forotrenes

Archivo fotográfico de Juan Antonio Méndez Marcos.

domingo, 30 de octubre de 2016

Crónicas de la vía estrecha (VIII R): Las pequeñas Batignolles (FEVE 1201-1210)


Tal como vimos en una entrada anterior, a principios de los años cincuenta el Gobierno puso en marcha el denominado Plan de Ayuda y Mejora de los Ferrocarriles de Vía Estrecha destinado a la revisión de las infraestructuras y a facilitar la adquisición de material diésel. Entre otras acciones ello significó la adquisición por el Estado, a través del Ministerio de Obras Públicas (MOP), de cincuenta locomotoras diésel y cincuenta automotores térmicos. Estos vehículos serían repartidos entre distintas compañías, incluidas algunas de las integradas en EFE, tras un cuidadoso estudio de prioridades. Todas las locomotoras  fueron suministradas por empresas francesas si bien siempre en asociación con otras españolas, una elección y una alianza en las que probablemente tuvo mucho que ver el Acuerdo Comercial Hispano Francés de 30 de octubre de 1953. De estas locomotoras, veinte de ellas, las más potentes (850 CV), provenían de la factoría Alsthom, otras veinte de unos 675 CV, de la Creusot  y diez de menor potencia (unos 500 CV) de la Batignolles. A éstas últimas va dedicada esta entrada.

Eran locomotoras de no mucha potencia (algo menos de 500 CV), con transmisión hidráulica y tres ejes acoplados. Estaban inspiradas en algunas locomotoras alemanas de los años treinta del siglo pasado que quedaron en Francia tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial. Además de las locomotoras para España, la compañía Batignolles-Chatillon construyó entre 1954 y 1955 una corta serie de cinco  máquinas de este tipo para los Chemins de Fer de l´Est de Lyon y otra más en 1961 También sirvió otra corta serie de ellas  para la línea marroquí de Tánger a Fez. 

En 1953 la compañía, a través de su filial Locomotives et locotracteurs Diesel S.A. (LLD), estableció algunos contactos y desarrolló estudios previos para la posible implantación de sus locomotoras en España, una vez conocidos los planes del Gobierno. Fruto de ello, en agosto de 1954, el MOP le adjudicó la adquisición de diez locomotoras del tipo referido, si bien debían ser construidas en asociación con la empresa CAF, asegurándose para ésta un treinta por ciento del suministro, así como la asistencia técnica necesaria.  




Línea de montaje de las Batignolles en CAF. Se caracterizaban por ser monocabinas y poseer un gran radiador frontal (Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril)


Una Batignolles a estreno en la factoría CAF (Foto: Museo Vasco del Ferrocarril)

Las Batignolles tenían un motor suizo Saurer con unos 460 CV de potencia efectiva y una transmisión hidráulica Voith que, a través de un falso eje con balancines, accionaba las bielas acopladas a los tres ejes de la locomotora. En modo de velocidad lenta podían alcanzar los 40 km/h, mientras que en la rápida llegaban a los 70. Todo el frontal del departamento motor iba ocupado por un gran radiador que las daba una imagen inconfundible. Al otro extremo estaba la cabina de conducción diseñada de tal manera que por ese lado podían acoplarse perfectamente dos locomotoras, lo que las daba una interesante versatilidad. 


En esta completa vista lateral de un de las Batignolles se puede observar a la izquierda el motor diésel, en el centro la barra de acoplamiento motor-transmisión y a la derecha la estructura del compresor-generador. Se aprecia también el falso eje que actúa sobre la biela de acoplamiento de los tres ejes (Pedro José García)

Cabina de conducción de la 1208. Destaca uno  de los dos grandes volantes del manipulador de tracción. Bajo el gran capó va alojada la transmisión Voith (Juanjo Olaizola)

Si bien hay constancia de que los trabajos de construcción de las primeras cinco locomotoras  se iniciaron hacia 1956, los problemas administrativos y financieros -al igual que ocurrió con los otros grupos de locomotoras- fueron retrasando su entrega, de modo que la primera entró en servicio en junio de 1960. En cuanto a su matriculación, recibieron en principio los números del 1 al 10 sin ninguna referencia al MOP. Posteriormente, ya en FEVE, integraron la serie 1200 (de la 1201 a la 1210), numeración a la que me referiré a partir de ahora.

La primera locomotora fue adjudicada a la Compañía Gaditana de Minas para su línea de las Minas de Aznalcóllar a San Juan  de Aznalfarache.  Debió llegar en 1960 -aunque la recepción oficial tuvo lugar en 1964- y permaneció allí hasta la clausura de este ferrocarril. Probablemente fue en 1972 cuando fue trasladada a las líneas norteñas de FEVE.


La Batignolles1 en el cocherón de la compañía de Minas de Aznalcóllar en Camas. Septiembre de 1966 (Henry Finch/a través de "El Ferrocarril en Andalucía")

Las cuatro siguientes fueron a parar, a lo largo de 1960, a líneas operadas por la Explotación de Ferrocarriles por el Estado (EFE). Así, la 1202 llegó al ferrocarril minero de Buitrón y la 1205 a la línea de Cartagena a Los Blancos (aunque ésta última pasó también en 1965 al ferrocarril de Buitrón ya que compartían el mismo ancho de vía de 1,067 m).


La 1202 recién llegada en 1960 al ferrocarril de Buitrón  (foto: Díaz/a través del blog La Factoría)

Una de las Batignolles del Buitrón (llegó una segunda en 1965) remolca a una pequeña vaporosa. Es interesante observar la ubicación del maquinista en disposición transversal a la vía y que denota la clara concepción de estas locomotoras para los trabajos de maniobras. Año 1965 (Foto: Ferrán Llauradó)

La 1203 fue para el Carcaixent-Denia:

Probablemente es la 1203 la que encabeza este correo Carcaixent-Denia. La imagen está tomada en la estación de Carcaixent en los años sesenta (foto: Joaquín Cabanes)

Y la 1204 al Madrid-Almorox.

Probablemente la 1204 en la estación madrileña del ferrocarril de Madrid a Almorox (AHF/MFM. Autor: Gustavo Reder)

Algún tiempo después se recibieron las cinco locomotoras restantes. Si bien estaba contemplado que pasaran también a líneas de EFE, se consideró que este organismo podía prescindir de tres de ellas, en principio las destinadas a las líneas del Buitrón y Cartagena a Los Blancos. De este modo, y con el necesario cambio de ancho de 1,067 a 1 metro, podían pasar a otros ferrocarriles tales como el de Sádaba a Gallur, que recibió la 1207: 


La 1207 maniobra en Ejea de los Caballeros en esta foto de Jeremy Wiseman



Misma locomotora, mismo lugar y mismo autor que la foto anterior

mientras que al Carcaixent-Dènia se le sumó la 1206: 

Una de las Batignolles del Denia-Carcaixent en cabeza de un tren hacia Denia (Juanjo Olaizola)


Y en cabeza de un tren de pruebas para el arrastre de vagones de vía ancha por vía estrecha. Se trataba de ganar tiempo y operatividad en el transporte de cítricos (colección Vicent Ferrer)

y al Madrid-Almorox la 1208:

La 1204 o la 1208 en el depósito del Madrid a Almorox junto con los dos automotores MAN de la serie 2200 (Jordi Ibañez)

Por su parte el ferrocarril de Peñarroya a Puertollano recibió la 1209 y probablemente también la 1210, que convivieron allí con alguna Creusot 1100.  

Una de las dos Batignolles asignadas al Peñarroya a Puertollano. Con los laterales desmontados se aprecia perfectamente su estructura interna (Jordi Casaponsa/colección Miquel Palou)

La 1209 o la 1210 con un tren mixto en la línea Peñarroya-Puertollano. Una imagen curiosa porque en esa compañía las Batignolles  trabajaban fundamentalmente en tareas de maniobras y no solían salir a la línea (Foto: J. Jarvis)

El cierre de algunas de estas líneas y la creación de FEVE en 1965 dio  lugar a un cambio progresivo en la ubicación de varias de estas locomotoras. Así, a principios de los setenta FEVE dispuso el traslado de dos locomotoras, las 1201 y 1210, para el arrastre de trenes de mineral en las líneas del Vasco Asturiano a consecuencia de la utilización de unos vagones tolva con freno de vacío. 

Por su parte la 1207, tras su paso por el Sádaba a Gallur, participó en trabajos de renovación de vía y de electrificación en la línea de Amorebieta a Bermeo. 


La 1207 en la estación de Múgica en 1972 (Kunst/colección Miquel Palou)

Por su parte, la 1202, tras su paso por el ferrocarril de Cartagena a Los Blancos fue desguazada en 1976 y así mismo lo fue en ese año la 1205. Parece también que la 1210 fue desguazada en Asturias tras un breve paso por la empresa AGROMAN.

Un servicio muy característico servido bastantes años por las  Batignolles fue el famoso tren turístico Limón Exprés entre Alicante y Denia puesto en marcha en 1971. Se utilizaron las locomotoras 1203 y 1206 del Carcaixent-Denia que estaban apartadas en Alicante, así como las 1204 y 1208 tras la clausura del Madrid-Almorox.  Parece que solo tres de ellas recibieron la librea amarilla y se hicieron operativas. Además parece que también se envió allí para repuestos  a la 1209 que estaba por entonces en Balmaseda.  Con el paso del tiempo y la intensificación de los servicios, las prestaciones de estas locomotoras fueron bajando y se procedió a la reforma en Miró Reig en los años ochenta de las 1203, 1206 y 1208, ya que la 1204 había sido desguazada  en 1984 tras una grave avería y pasó a servir como fuente de recambios.

Una de las Batignolles del "Limón Exprés" (foto: autor desconocido/ a través de Panoramio)

Típica imagen postal del Limón exprés con la 1208 a la cabeza

Las 1208 1206 en Benidorm en 1987. La primera había recibido un cambio de librea mientras que la 1206 se accidentaría al año siguiente y sería desguazada (foto: Vicentren)


En cualquier caso, y tras diversos incidentes, se apostó por dos Alsthom 1000 para los servicios principales quedando las supervivientes 1203 y 1208 (la 1206 se desguazó en 1990 tras un aparatoso accidente en 1988) asignadas a trenes de trabajos.  En 1994 fueron dadas de baja definitivamente y vendidas a precio de chatarra. Por suerte la 1208 fue cedida al Museo Vasco del Ferrocarril donde se encuentra actualmente totalmente operativa pero a la espera de retoques estéticos. 

Por su parte la 1203 tras muchos años en un almacén de chatarra, fue adquirida en 2015 por la empresa Balzola y estuvo operativa en líneas del norte. De acuerdo con un amable comunicante ha sido vendida a la empresa valenciana Rover Rail que la va a utilizar en trabajos de renovación de vía entre Gata de Gorgos y Teulada.

La 1203 en la estación de Gernika en el año 2015 trabajando para la empresa Balzola (foto: Peio García)

La 1207 del Sádaba-Gallur fue enviada a los Ferrocarriles de Mallorca a mediados de los ochenta para los trabajos de transformación de ancho de vía tras efectuar servicios por líneas de FEVE en el norte peninsular. Tras su retirada fue cedida a la asociación FERROCAIB que procedió a su restauración. 

La 1207 en Palma de Mallorca, antes de iniciarse su recuperación (Foto: Jörg Seidel)



La 1207 en proceso de recuperación por Ferroib (Foto: FERROCAIB))

Y ya perfectamente restaurada y en orden de marcha (Foto: Andreu Palou)

Por lo que respecta a las 1201 y 1210 fueron vendidas en 1984 a la empresa AGROMAN pasando posteriormente a Fomento de Construcciones y Contratas y, al parecer, la primera continúa en activo. Por su parte, la segunda fue desguazada en Oviedo en 1989.

La 1201 en Ribadeo en 1988 con el anagrama de la empresa Fomento de Construcciones y Contratas (foto: W. Rauschkolb)

Por tanto, a fecha de hoy y salvo información desfasada, tenemos nada menos que a las 1203, 1207 y 1208 en orden de marcha,  si bien desconozco la situación real de la 1201. Toda una demostración de que, aún con su transmisión hidráulica que tanta guerra ha dado en otros contextos, y su consideración de "patito feo" respecto a sus hermanas mayores, han sido y son todavía unas pequeñas pero serviciales locomotoras si su mantenimiento es el adecuado.


FUENTES CONSULTADAS:

Prieto Tur, Ll. (2006): Locomotoras diesel (V). Las francesas de vía estrecha (1ª parte). Monografías del ferrocarril/22. (obra de referencia)




domingo, 23 de octubre de 2016

Historias del vapor (XLIII): Las primeras 030 de Madrid-Cáceres-Portugal...y un pequeño misterio (RENFE 030-2540/030-2541)

Ocurre a veces que es tan poca la documentación -sobre todo gráfica- que existe sobre algunas de las series de locomotoras más antiguas que llegaron a RENFE, que se siente la tentación de pasar de largo y no escribir nada sobre ellas. Sin embargo, eso iría contra uno de los objetivos de este blog que es el de rendir un pequeño homenaje a todas estas locomotoras, traerlas al recuerdo -y con frecuencia al conocimiento- de muchos aficionados al ferrocarril. Sé que desde esta visión muchos lectores sabrán disculpar la brevedad de algunos textos, o la gran escasez de imágenes. Ésto último suele ocurrir cuando la serie tuvo pocos ejemplares, o cuando su desguace se llevó a cabo antes de la mitad de la década de los 50 del siglo XX que es cuando, más o menos, algunos ilustres ferroviarios españoles o sobre todo aficionados europeos, comenzaron a fotografiar nuestros trenes.

Pues bien, ese es el caso de la corta serie 030-2540/030-2541, dos locomotoras que fueron las últimas representantes de otra serie mucho más amplia de la Compañía del Oeste, pero que fue desguazada en su mayor parte a la finalización de la Guerra Civil. Vamos en la medida de lo posible a reconstruir su historia.

Como ya he comentado en alguna otra ocasión la Compañía de Madrid a Cáceres y Portugal (MCP) resultó de la fusión en 1880 de otras compañías más pequeñas constituidas anteriormente como eran las de Madrid a Malpartida de Plasencia, -el denominado Ferrocarril del Tajo-, y la de Cáceres a Malpartida y frontera portuguesa. Pues bien, tras la creación de esta segunda compañía en 1877, la misma solicitó a la factoría Cockerill seis locomotoras de rodaje 0-3-0, tipo bourbonnais, y muy similares a las Creusot de que ya disponía la compañía M.Z.A. Recibidas en 1879,  la compañía inició con ellas sus servicios, que se reforzaron en 1880 con otras ocho similares y procedentes esta vez de Hartmann

Bastantes años después, en 1891, el ferrocarril Plasencia-Astorga, también denominado Ferrocarril del Oeste, y que acabó integrado en la MCP, solicitó también a Hartmann otras cinco locomotoras similares a las anteriores. El conjunto de las 19 integraron la serie 201 a 219 de la Madrid-Cáceres-Portugal

La RENFE 030-2540, antigua 203 de la MCP y de la Compañía del Oeste (Foto: álbum motor RENFE)

Durante bastantes años estas locomotoras se encargaron de los correos y mixtos en uno de los trayectos más accidentados de la red de esta compañía  como era el de La Bazagona a Valencia de Alcántara, así como entre Cáceres y Arroyo de Malpartida. También hacían todo tipo de servicios en la línea de Plasencia a Astorga, con trayectos tan duros como la subida al puerto de Béjar. 


Probablemente la M.C.P. 209 en una fecha anterior a 1941, año en que fue desguazada. Estación de Cáceres (Foto: autor desconocido/cortesía Aitor F. Baños)

Cuando pasaron en 1928 a la recién creada Compañía del Oeste mantuvieron su numeración, si bien para entonces ya habían causado baja las 201 y 202, que habían sido vendidas a la compañía La Basconia y desguazadas en 1929. En esa época las 17 restantes dependían del depósito de Salamanca y sus servicios se extendían  por las lineas de Plasencia a Astorga, Ávila a Salamanca, Salamanca a Fuentes de Oñoro y Medina a Salamanca. 


También en la estación de Cáceres, se tomó esta vista lateral de una de las locomotoras de esta serie (Foto: autor desconocido/cortesía de Aitor F. Baños)

En 1936 la serie había disminuido en una unidad, pero las 16 restantes sobrevivieron a la Guerra Civil, probablemente por su ubicación en la zona de Salamanca, si bien sufrieron un gran desgaste por su intensa utilización. Quizás por eso, ya en 1940, no se acometió la reparación de cuatro de ellas - 205, 206, 208 y 217- y se decidió su desguace, aunque en el caso de la 206 se retomó finalmente su reparación. De todas formas, la suerte estaba echada. En 1942 sólo quedaban tres locomotoras en activo, las 203, 206 y 213. De ellas, sólo las 203 y 206 llegaron a RENFE y se convirtieron en las 030-2540 y 030-2541, a las que me refería al comienzo de esta entrada. 

En 1949 la 2540 estaba en Arroyo de Malpartida mientras que la 2541 trabajaba en Monforte de Lemos, más alejada de su zona original. Sin embargo, en 1954 las dos aparecían ya de nuevo en Arroyo. Al año siguiente, 1955, fueron desguazadas. 

Este -en principio- temprano desguace de toda la serie entre 1940 y 1955 puede justificar, como apuntaba antes, la práctica ausencia de documentación gráfica, excepción hecha de la imagen del álbum motor de RENFE de 1947 y de las dos imágenes anteriores de los tiempos de la MCP. facilitadas por Aitor F. Baños. Sin embargo, gracias también a la atención de Juan Antonio Méndez Marcos, me es posible incluir esta foto en la que, según la documentación que la acompaña, aparece la 203 a finales del siglo XIX en la estación de Porriño. 

Según la documentación de la foto la locomotora que aparece en ella es la 203 de MCP, luego 030-2540 en RENFE, la que aparece entrando en la estación de Porriño (Foto: Diaz y Rodriguez/cortesía J. A. Méndez Marcos)

En el caso de que fuera correcto el dato...¿que hacía allí esta locomotora tan lejos de su zona de operaciones? ¿Alguna cesión temporal? Quizás algún aficionado nos pueda desvelar las claves de este pequeño misterio.


BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA:

Reder, G y Fernández Sanz, F: Locomotoras de la Compañía Oeste. Historia de la tracción vapor en España. Tomo IV. Ed. Revistas Profesionales. 2011

Wais, F: Historia de los Ferrocarriles Españoles. Editora Nacional. 1974

domingo, 16 de octubre de 2016

Una solitaria "Tatcher" (RENFE 306-001)

Cuando voy por el Museo del Ferrocarril de Delicias, suelo contemplar con gusto el frontal de un tractor diesel ya que, además de que me atrae su estética, me encanta la placa del constructor, que en este caso no está situada en los laterales sino en cada uno de sus dos frontales. Aunque nunca lo he visto, he oído contar que bajo esa placa, en un cartel más pequeño, ponía "Powered by Rolls-Royce". Inglesa de pura cepa, vamos.


Uno de los frontales de la 10601

Esta locomotora -o tractor según la denominación de RENFE que pone la frontera entre un vehículo y otro en los 690 CV- es la 10601 o 306-001 y tiene una singular historia de la que hoy me voy a ocupar.

Tal como recordaba en una entrada anterior, en 1954 llegaron a Madrid para su presentación los tractores 10501 y 10502 que formaban parte del lote de 20 que RENFE había adquirido a la industria alemana y que significaban su primera incursión en el campo de las transmisiones hidráulicas. Unos años después, hacia 1962, FEVE y algunos otros ferrocarriles de vía estrecha de la zona cantábrica y de Cataluña, adquirieron 29 tractores de maniobras de la compañía inglesa Yorkshire con motor Rolls Royce, que fueron construidas en España por la Sociedad Española de Construcción Naval (SECN) y que constituyeron finalmente la serie 1300 de FEVE y de la que todavía sobrevive algún ejemplar. 

Quizás en relación con la adquisición de estos tractores por la vía estrecha española, Yorkshire decidió probar suerte también con la vía ancha. A tal efecto, diseñó y construyó como prototipo un tractor diesel de cuatro ejes acoplados con transmisión hidráulica y ancho de vía de 1,668 metros. Estaba dotado de dos motores de cuatro tiempos sobrealimentados con una potencia de 311 CV cada uno. La cabina de conducción estaba en posición central.


El futuro 10601 antes de su paso a RENFE (Foto: Javier Aranguren)
Hay una versión que afirma que fue entregado a la compañía que en aquella época construía el ferrocarril directo Madrid-Burgos y que, una vez finalizada esa construcción, fue ofrecido a RENFE. Otra versión apunta a una primera entrega a RENFE por parte de la SECN (que estaba asociada como hemos visto a la Yorkshire) y que, ante el poco interés de aquella, fue alquilado a la empresa Agromán que se ocupaba entonces de la renovación de la vía entre Madrid y Ávila.

Fuera de una forma u otra, lo cierto es que en 1966, la SECN ofreció el tractor a RENFE, en unas condiciones inmejorables y difíciles de rechazar. De este modo se integró definitivamente en 1968 en el parque de tracción de la compañía con la matrícula 10601. En este punto, no cabe sino suponer las reticencias que debieron tener los técnicos de RENFE para aceptar un vehículo único con sus dificultades para mantenimientos y repuestos y además de transmisión hidráulica, cuando ya deberían estar preocupados con las vicisitudes de los también hidráulicos 305.


El 10601 en la estación de Príncipe Pío de Madrid en 1969 (Foto: Manuel González Marquez) 
Pues bien, nuestro tractor quedó asignado a la formación de trenes en la estación madrileña de Príncipe Pío, siendo trasladado algunos años después al puerto de Santander donde probablemente recibió el apodo de "Tatcher" ya que entre 1970 y 1980 Margaret Thatcher fue la primera ministra británica. 

En 1974 sufrió una importante avería siendo enviado para su reparación a los talleres de La Maquinista Terrestre y Marítima de Barcelona, aunque tras estar apartado varios meses en las instalaciones de RENFE de Sant Andreu Comtal, parece que fue definitivamente reparado por la empresa Rocafort de Lleida. 


El ya 306-001 en Salamanca en 1983
Tras su reparación no volvió a Santander sino que fue enviado al depósito de  Salamanca, donde probablemente se le conoció como "la santanderina" o "el santanderino" y trabajó tanto en esta estación como en la de Zamora. En 1984 una nueva avería hizo que fuera enviado a los Talleres Centrales de RENFE en Villaverde donde fue perfectamente reparado y devuelto a Salamanca. 


Así de esplendoroso lucía nuestro tractor en Salamanca en 1985. Pero su retirada era ya inmediata (Foto: Josep Miquel)
Sin embargo, dos años después, en 1986, se decidió su retirada definitiva. Al año siguiente, el 29 de enero de 1987, el 10601 fue adscrito al patrimonio histórico ferroviario español, siendo asignado al Museo de Delicias donde permanece en la actualidad con un magnífico aspecto.


FUENTES CONSULTADAS

Prieto y Tur, L: Las locomotoras de maniobras en RENFE (2ª parte). Revista CARRIL nº 37. Septiembre de 1992.

Casas, J.C: Tractores diesel de maniobras 10500 y 10600. Revista Vía Libre. Octubre de 2005