Cuando a principios de la década de los 60, tomaba mi bici y me iba a la estación de Santa Cruz de la Zarza sobre las cinco de la tarde, lo único que yo sabía era que pasaba el "automotor de Valencia" y que me gustaba verlo pasar, todo raudo, y con un cierto contoneo. Y, eso de que no parase en casi ninguna estación como me decían, hacía que para mí apareciera envuelto en una especie de aureola de respeto y misterio. Me llamaba mucho la atención su delantera inclinada y su gran rejilla de ventilación cubriendo buena parte del frontal. Como el paso era tan rápido me quedaba con ganas de más y muchas tardes volvía de nuevo a la estación para ver pasar de nuevo "el automotor de Valencia". No es que hubiera dos servicios sino que, el de las cinco de la tarde era el descendente Madrid-Valencia y el de las ocho ascendente Valencia-Madrid. Pero como Valencia quedaba mucho mas lejos del pueblo que de Madrid, parece que resultaba mucho mas impresionante relacionarlo siempre con Valencia. Aunque por lo visto este servicio lo prestaron también los Renault ABJ, en mi recuerdo sólo está la imagen de estos Fiat apodados "littorina". En cualquier caso, creo que fue a finales de 1964, cuando este servicio de automotores fue sustituido por nada menos que dos servicios diarios de ida y vuelta por el Talgo II, desbancado de sus servicios de Irún y Barcelona por el naciente Talgo III. Pero esa es otra historia a la que algún día me referiré.
"Littorina" Fiat 9215 (primero del grupo de doce) en Lleída. No sé cual es la autoría de la foto pero me parece útil ponerla como referencia de la imagen de este automotor cuando estaba en servicio |
Muchos años después me fui enterando de más cosas de estos automotores a través de los libros de Javier Aranguren, Josep Calvera o Juan Carlos Casas (magnífica su monografía sobre las "littorinas" y el TAF). Supe que el nombre de "littorina" viene de que los primeros servicios de este modelo de automotor se efectuaron entre Roma y Littoria en Italia; que, junto con otros automotores y sobre todo con los Ganz y los Renault ABJ, conformaron la antigua serie 9200 (en la cual ocupaban los números 9215 a 9226) y de algo tan entrañable como que los automotoristas -que este era el nombre oficial de sus conductores- tenían que ponerse un doble pantalón debajo del mono de trabajo cuando, en invierno, prestaban ese servicio de Madrid a Valencia pasando por Cuenca y su serranía. Anécdotas de este tipo me hacen pensar en los duros servicios de estos vehículos durante los años 40 y 50, con tanta escasez de combustibles y con vías y otras infraestructuras en tan deficientes estados. Y, como no, los de las parejas de conducción que hacían con "su" automotor ciclos de 7 u 8 días recorriendo media España antes de volver de nuevo a su depósito. Todo ésto es también historia de España, tanto desde un punto de vista cercano y entrañable como técnico e industrial, y por tanto no podemos perder las pocas piezas y recuerdos que nos quedan de todo ello.
La "littorina" preservada en Delicias |
Nos queda una "littorina" en la zona exterior del Museo Nacional Ferroviario en un estado bastante penoso. De momento no ha tenido la suerte de otro automotor preservado en el mismo lugar hasta hace muy pocos meses, el Renault ABJ2 9304, ahora en restauración en Mora d´Ebre por parte de la APPFI. Sé de los esfuerzos del equipo del Museo para lograr su conservación. Ojalá se hagan pronto una realidad y la "littorina", junto con las otras piezas que allí están, vuelvan a la vida de nuevo, es decir, puedan ser contempladas y admiradas por antiguas y nuevas generaciones.