1920
El despegue definitivo de la Maquinista Terrestre y Marítima
Como se ha ido viendo en entradas anteriores las grandes compañías ferroviarias españolas adquirían todas sus nuevas locomotoras en fabricantes extranjeros debido a la inexistencia en España de empresas que pudieran satisfacer adecuadamente sus requerimientos. Cabe recordar que hubo un intento en 1900-1901 con la construcción por parte de La Maquinista Terrestre y Marítima (MTM) de quince locomotoras tipo 040 para MZA donde ocuparon los números 547 a 561, pero la experiencia no tuvo continuidad. Debe recordarse además las dificultades de las compañías españolas para adquirir estas locomotoras en Europa durante la Primera Guerra Mundial siendo necesario recurrir a la industria norteamericana. En este contexto se ponía de manifiesto la necesidad de que en España se pudieran construir estas locomotoras y evitar, o al menos disminuir, la dependencia extranjera. En ese planteamiento coincidieron también los intereses estatales y las de los potenciales fabricantes españoles. Fue MZA la que en 1917 dio un importante paso en este sentido estableciendo un acuerdo con La Maquinista para el establecimiento de una gran factoría de locomotoras. La Compañía del Norte estaba también interesada en el proyecto pero al ser distintos sus intereses a los de MZA en la definición de una locomotora unificada que permitiera hacer un gran encargo conjunto a la MTM, no se unió definitivamente al proyecto.
MZA pasó en enero de 1918 un primer pedido de cincuenta locomotoras tipo 240 a La Maquinista. Habían sido diseñadas muy cuidadosamente por sus ingenieros de forma que fuera una locomotora universal que resolviera por una parte los problemas que presentaban las Pacific en las rampas; que, por otra, pudiera alcanzar una velocidad mayor que la de las 1100 por la limitación del diámetro de sus ruedas y, finalmente, que fuera de simple expansión - de forma distinta a las "compound" 1300- para facilitar y abaratar mantenimientos. Surgió así la serie 1400, una de las más logradas del ferrocarril español de la que se llegaron a construir 184 unidades entre 1920 y 1940. A esta serie, que además supuso el lanzamiento definitivo de la MTM como una gran empresa de construcción ferroviaria, va dedicada esta entrada.
Las 1400 partían del diseño básico de las 1100 pero tratando de mejorarlas aumentando potencia e introduciendo distintos avances tecnológicos. Tal como se habían planificado eran unas locomotoras que trabajaban a un timbre de 14 kg/cm2 y alcanzaban una potencia de 2052 CV. Con un diámetro de ruedas motrices de 1,6 metros ofrecían un esfuerzo de tracción de 14790 kg y podían alcanzar una velocidad máxima de 90 km/h. Si bien las cien primeras llevaban distribución cilíndrica Walschaerts, las cinco siguientes llevaron ya distribución por válvulas Lentz mientras que para el resto se utilizaron las Dabeg. Introdujeron también otros avances como los precalentadores o los inyectores o engrasadores de condensación.
Si bien la MTM pretendía entregar un primer lote de doce locomotoras antes de finalizar 1918 -recordemos que se habían encargado en enero de ese año- no le fue posible hacerlo por multitud de problemas, por lo que las dos primeras locomotoras fueron entregadas en septiembre de 1920. Influyó también en ello el empeño de La Maquinista por entregar unas locomotoras con el mejor acabado posible, como así fue reconocido por la propia MZA. Por fin, la última de las cincuenta locomotoras encargadas fue entregada en octubre de 1923.
Foto de fábrica de la MZA 1401 (La Maquinista Terrestre y Marítima) |
El limpio y elegante frontal de la MZA 1401 (foto: MTM) |
Cabina de conducción de una 1400 (foto: MTM) |
MZA las numeró como 1401 a 1450 y las destinó por completo a depósitos catalanes. El comportamiento de estas locomotoras fue excelente e hizo que la compañía siguiera encargando a MTM nuevos lotes. Así entre 1926 y 1927 se entregaron las 1451 a 1475 que quedaron también en la red catalana. Esta llegada masiva de "mil cuatrocientas"dio lugar al desplazamiento hacia la red "antigua" de las 1300 y "compound".
Vista por el lado de conducción de la 1424 (foto: MTM) |
La 1450 (foto: MTM) |
Una entrañable imagen tomada en Mora en 1925 con el fondo de la 1468 (autor desconocido/cortesía Juan Antonio Méndez Marcos) |
La 1472 bajo el puente de la Ciutadella en los años veinte (autor desconocido/cortesía J. A. Méndez Marcos) |
En 1929 se entregaron las 1506 a 1535 y en esta ocasión la distribución instalada fue la Dabeg que finalmente resultó más problemática que la Lentz. Tenían además bomba de alimentación Worthington.
Entre 1930 y 1931 llegaron las 1536 a 1565 también con distribución y bomba de alimentación Dabeg. Además se introdujo en ellas el alumbrado eléctrico.
Una 1400 llega con su tren a la estación de Barcelona-Término. Años treinta (autor desconocido/cortesía J. A. Méndez Marcos) |
En esta imagen, también de los años treinta, la 1476 pasa por Sitges en cabeza de un correo (autor desconocido/cortesía J. A. Méndez Marcos) |
A medida que aumentaba su número se fueron expandiendo por distintas líneas existiendo importantes dotaciones de ellas en los depósitos de Madrid-Atocha, Ciudad Real, Albacete y Alicante.
Una bella y nostálgica imagen del vapor tomada hacia los años treinta o cuarenta en la estación madrileña de Atocha. De frente una 1100 y a la izquierda una 1400 (Diego G. Ragel/a través de Antonio Bravo)
Todavía en 1935 MZA encargó otras veinte "1400" más. Su apariencia era ya muy distinta al instalarse en ellas las pantallas levantahumos complementadas por unas planchas inclinadas en el frontal de la locomotora para ayudar a crear una corriente que, junto con las pantallas, contribuyeran al levantamiento del penacho. Esta modificación condujo a su vez a elevar el tablero sobre los cilindros, algo que también era más adecuado para la distribución por válvulas.
De forma un tanto curiosa MZA no las numeró a continuación de la 1565 sino que las ubicó en la anterior serie 1300 -con la que muy poco tenían que ver- ocupando los números 1361 a 1380, razón por las que siempre se las denominó como "las mil trescientas nuevas". De acuerdo con Manuel González Márquez el origen de esta aparente incoherencia reside en que, en principio, se pensaba adquirir cuarenta máquinas de este tipo, con lo cual no cabían a continuación de la 1565, y se optó por numerarlas delante como 1361 a 1400. Vistas las ofertas se decidió comprar solo la mitad que, aún así, quedaron definitivamente ubicadas en esa "extraña" numeración. La idea era adquirir las otras veinte más adelante pero con los desarrollos de las 2400 y 2700, ese plan nunca se cumplió.
Una de las diez "1300 nuevas" entregadas en 1937 dotadas de arenero "Llovera" (foto: MTM) |
Una bella imagen de otra "mil trescientas nueva" (Trevor Rowe) |
Las diez primeras todavía pudieron ser entregadas en 1937 pero las otras diez no lo fueron hasta 1940. Se volvió a utilizar en ellas la distribución Lenz, también inyectores y bombas de engrase Friedmann y bombas de alimentación Dabeg. Por otra parte, y de acuerdo con David L. (ver comentarios en versión anterior de esta entrada), cinco de ellas, las 1366 a 1370 llevaban escape Kylala.
En relación con los distintos equipos auxiliares y de acuerdo también con David L. puede establecerse de modo más detallado que las 1506 a 1525 y 1536 a 1550 llevaban calentador alimentador Dabeg con economizador Dabeg mientras que las 1371 a 1380 montaban un calentador alimentador Worhington sin economizador.
Todas las "mil cuatrocientas" y las "mil trescientas nuevas" llegaron a RENFE que las ubicó en la serie 240-2241 a 2425. Y una vez más - y sin encontrar una razón convincente- se dio otra curiosa circunstancia con estas "mil trescientas nuevas". En vez de ocupar los últimos veinte lugares de la serie pasaron a figurar tras las 75 primeras -las construidas entre 1926 y 1929- y por delante de las últimas cuarenta, las construidas entre 1930 y 1931. Fueron por tanto las 240-2315 a 240-2336.
Durante los años cuarenta RENFE las mantuvo distribuidas por gran cantidad de depósitos. Los que tenían más eran los de Mora, Vilanova, Gerona, Alicante, Albacete, Monforte y Ciudad Real. En los primeros cincuenta, y según se iba electrificando el denominado "ocho catalán", fueron abandonando Cataluña desplazándose muchas de ellas a los depósitos valencianos que llegaron a tener más de treinta. Poco a poco iban pasando a encargarse de trenes de mercancías, tarea para la que había un cierto superávit de locomotoras por lo que algunas quedaron un tiempo en reserva.
La fuelización llegó en 1956, de modo que entre este año y 1967 se modificaron las primeras 75 locomotoras de la serie. Siguieron muy repartidas y en 1962 el depósito de Valencia era el que más "mil cuatrocientas" poseía con 55 ejemplares. El mayor número de "mil trescientas nuevas" estaba en Murcia y algunas habían vuelto a Cataluña. En general siguieron teniendo muy buen comportamiento y rendimiento sin desmerecer en absoluto de las más modernas "Mikado" llegadas a principios de los cincuenta y, al parecer, siendo mejor valoradas que las "renfes" (de las que nos ocuparemos más adelante) por las parejas de conducción.
Durante los años cuarenta RENFE las mantuvo distribuidas por gran cantidad de depósitos. Los que tenían más eran los de Mora, Vilanova, Gerona, Alicante, Albacete, Monforte y Ciudad Real. En los primeros cincuenta, y según se iba electrificando el denominado "ocho catalán", fueron abandonando Cataluña desplazándose muchas de ellas a los depósitos valencianos que llegaron a tener más de treinta. Poco a poco iban pasando a encargarse de trenes de mercancías, tarea para la que había un cierto superávit de locomotoras por lo que algunas quedaron un tiempo en reserva.
La fuelización llegó en 1956, de modo que entre este año y 1967 se modificaron las primeras 75 locomotoras de la serie. Siguieron muy repartidas y en 1962 el depósito de Valencia era el que más "mil cuatrocientas" poseía con 55 ejemplares. El mayor número de "mil trescientas nuevas" estaba en Murcia y algunas habían vuelto a Cataluña. En general siguieron teniendo muy buen comportamiento y rendimiento sin desmerecer en absoluto de las más modernas "Mikado" llegadas a principios de los cincuenta y, al parecer, siendo mejor valoradas que las "renfes" (de las que nos ocuparemos más adelante) por las parejas de conducción.
También en Valencia, en los años sesenta, Stuart Johnson fotografió a la 240-2327, una de las "1300 nuevas". |
También en 1961 y en Valencia, Marshall sorprendió al que identifica como guardagujas encaramado al frontal de la 240F-2270. |
A finales de los sesenta Justo Arenillas pudo todavía fotografiar a la 240F-2260 con su maquinista Fermín Hurtado en la estación de Plasencia-empalme (AHF/MFM) |
La 240F-2287 por Casas del Monte en la provincia de Cáceres por la antigua Ruta de la Plata (autor desconocido/ a través de Carlos Guasch) |
La 240F-2247 recién llegada a Cáceres con el expreso de Madrid. Mayo de 1967 (autor desconocido/cortesía J. A. Méndez Marcos) |
La 240-2342 ya apartada en Algodor en 1967 (autor desconocido/cortesía de César Larriba Harboe)
La 2287 con el correo Plasencia-Salamanca en 1970 (autor desconocido)
También en 1971, en septiembre, la 1401 visitaba Astorga DEAN M_66A/cortesía J. A. Méndez Marcos) |
En diciembre de 1972 había siete en Salamanca (dos activas y cinco en reserva) y tres en Ciudad Real. Por fin, en 1974 se dieron de baja las pocas que quedaban y sólo se conservó la 240F-2244 (MZA 1404). Estuvo primero en las instalaciones de Vilanova:
Javier Aranguren fotografió a la 240F-2244 en Vilanova hacia 1979 (AHF/MFM). |
Años después fue trasladada a la sede del Museo en Alcázar donde la pude fotografiar en un estado bastante regular y donde siguió hasta principios de 2019 cuando, exteriormente restaurada, ha sido ubicada en una rotonda a la entrada de esta población como muestra este vídeo.
En fín...veremos...(El Semanal de Castilla La Mancha) |
Barcelona, estación de Francia. Pura nostalgia de las "mil cuatrocientas" (AHF/MFM) |
Mi agradecimiento especial a Juan Antonio Méndez Marcos por su inestimable colaboración para la realización de esta y tantas otras entradas del blog.
FUENTES CONSULTADAS
Maestro, A. (1987): Las locomotoras 2-4-0 en España (y II). Revista Vía Libre nº 277
Reder, G. y Fernández Sanz, F. (1995): Locomotoras de MZA. Historia de la tracción vapor en España, tomo I. Autoedición
Fernández Sanz, F. (2001): La construcción de locomotoras de vapor en España. Editorial Trea.
MAF (2010): Álbum de locomotoras de la Maquinista Terrestre y Marítima. MAF editor.
Archivo Histórico Ferroviario del Museo del Ferrocarril de Madrid
Fototeca Ferroviaria de Juan Antonio Méndez Marcos