Entrada publicada originalmente en noviembre de 2014 y revisada y ampliada en octubre y noviembre de 2016
A mediados de los años 70 viajaba con frecuencia de Madrid a Almería y siempre me llamaban la atención cuando pasaba por la estación de Santa Fe estas imágenes:
En 1976, en la estación de Santa Fe, cerca de Almería (foto: Werner Hardmeier ) |
La misma locomotora en el mismo lugar que la imagen anterior. Por informaciones posteriores he sabido que esta máquina, probablemente la nº 21, tuvo una colisión con el tren correo Almería-Madrid en agosto de 1965 y una de las tolvas que arrastraba se empotró en la cabina trasera. En ese accidente murieron diez personas. |
Años después ya desaparecieron estos restos, pero a mí siempre me rondaba la incógnita y traté de saber un poco más. Me enteré entonces que a principios de los 60, al ampliar la electrificación desde Gérgal hasta Nacimiento (línea arriba) y desde Santa Fe hasta el puerto de Almería, RENFE decidió la adquisición de cuatro locomotoras eléctricas trifásicas que entraron en servicio a finales de 1963 o principios de 1964, parece que con la finalidad básica de arrastrar los trenes de viajeros en toda la sección electrificada, aunque lo hacían también con los de mineral.
Su construcción pasó por muchas dificultades debido a las trabas a la importación impuestas en aquella época. Al final fueron fabricadas por un consorcio hispano-suizo constituido por las firmas Sécheron, Macosa, Schindler, SLM y Aguirena, aunque según alguna documentación parece que aún contribuyeron dos empresas suizas más. Ello quedó documentado, al menos en parte, en su placa de construcción, donde también figura que fue llevada a cabo en el año 1962.
RENFE las asignó la curiosa serie 21 a 24, que nunca fue sustituida por ninguna otra.
Las locomotoras tenían dos bogies de dos ejes. Su potencia era de 970 kW (el equivalente a unos 1300 CV) -casi tres veces la de uno de los tractores- pero, al igual que éstos, sólo disponían de dos velocidades prefijadas: 25 o 50 km/h. Tenían cuatro motores de tracción y estaban dotadas de freno de vacío. Su esfuerzo de tracción unihorario era de 7120 kg.
Su caja, construida específicamente por Macosa, recuerda muchísimo a la serie 7400 de RENFE, fabricada en 1944 también por esta misma empresa y la suiza Sécheron.
Su construcción pasó por muchas dificultades debido a las trabas a la importación impuestas en aquella época. Al final fueron fabricadas por un consorcio hispano-suizo constituido por las firmas Sécheron, Macosa, Schindler, SLM y Aguirena, aunque según alguna documentación parece que aún contribuyeron dos empresas suizas más. Ello quedó documentado, al menos en parte, en su placa de construcción, donde también figura que fue llevada a cabo en el año 1962.
Placa de construcción de la serie 21-24. El ensamblaje final lo hizo Macosa (foto Werner Hardmeier) |
Esquema de la serie 21-24 (dibujo de Manuel Galán Eruste) |
Las locomotoras tenían dos bogies de dos ejes. Su potencia era de 970 kW (el equivalente a unos 1300 CV) -casi tres veces la de uno de los tractores- pero, al igual que éstos, sólo disponían de dos velocidades prefijadas: 25 o 50 km/h. Tenían cuatro motores de tracción y estaban dotadas de freno de vacío. Su esfuerzo de tracción unihorario era de 7120 kg.
Su caja, construida específicamente por Macosa, recuerda muchísimo a la serie 7400 de RENFE, fabricada en 1944 también por esta misma empresa y la suiza Sécheron.
La nº 21 (foto: Trevor Rowe/archivo Museo Vasco del Ferrocarril) |
La nº 22 (Foto Ferrán Llauradó) |
La 24 (foto: autor desconocido) |
Además de las dificultades para su construcción, las pruebas también fueron muy complicadas ya que, al parecer, surgieron discrepancias con los ingenieros suizos. Por otra parte, también hubo problemas con la alimentación eléctrica dado que la central de Santa Fe no se rediseñó adecuadamente, lo que originaba que, en un principio, no podían funcionar a la vez más de dos. Y a ello cabe añadir la rigidez de explotación a causa de sus dos velocidades prefijadas. En cualquier caso, los ferroviarios almerienses las denominaron "las guapas", supongo que en comparación con la imagen tan rudimentaria de los primitivos tractores.
La 22 en cabeza de un tren de viajeros en 1965 (foto: Ferrán Llauradó) |
Una de las 21-24 arrastrando un tren de tolvas (foto: colección Javier Aranguren) |
Por tanto, todo fueron dificultades con las 21-24. Además operaban en un entorno muy difícil, con una mala infraestructura y con un tipo de tracción -la trifásica- ya muy decadente. Todo ello condujo a que solo trabajaran entre finales de 1963 y 1966. A esta rápida desaparición también contribuyó la aparición de las entonces nuevas 1300 diesel, con características muy apropiadas a las características de la línea y de sus servicios. RENFE decidió por tanto apostar por este tipo de tracción, aunque años más tarde volvería a la eléctrica aunque ya a 3000V en esta zona, si bien con las locomotoras "japonesas" mucho más modernas, potentes y versátiles.
De esta forma, las 21-24 quedaron de momento en su depósito de Santa Fe, ya que por sus características no tenían encaje en ningún otro servicio de RENFE. Allí las fotografió Justo Arenillas:
(Foto: Justo Arenillas) |
Allí seguía la locomotora accidentada a la que me refería al principio de la entrada y que parece claro que era la 21. Según el aficionado almeriense José Antonio Gazquez debió ser desguazada en la propia estación de Santa Fe hacia 1985, cuando comenzaron los citados trabajos de la electrificación a 3000V. En las dos fotos que siguen se ve el lugar donde probablemente fue desguazada y algunos posibles restos de ella.
Todo parece indicar que estos restos de aisladores pertenecieron a la 21 (foto: José Antonio Gazquez) |
Por su parte, en 1976, Werner Hardmeier fotografió a la 22 en Almería, que estaba reservada para el futuro Museo
La 22 en Almería en 1976 (Foto: Werner Hardmeier) |
Otra vista de la 22 apartada en Almería (foto Werner Hardmeier) |
La espartana cabina de la 22 (foto: Werner Hardmeier) |
En 1978, seguía en Almería, tal como la captó John Sloane:
La locomotora llegó por fin a Madrid, y así estaba en 1983 en el exterior del Museo:
(foto John Sloane) |
La locomotora llegó por fin a Madrid, y así estaba en 1983 en el exterior del Museo:
La nº 22 en Delicias en 1983 esperando....el desguace (Foto colección Pacheco) |
Sin embargo, una vez más, incomprensiblemente, se ordenó su desguace. El desguace de una verdadera pieza de museo ya que se trataba probablemente de las últimas trifásicas construidas en Europa.
Pero ahí no acaba el desastre, porque la 23, almacenada en un principio en el depósito de Puente Genil, también fue desguazada.
La 23 en Puente Genil en agosto de 1978 (foto AMOLUC) |
Una vez más, sin comentarios. O con muchos, muchísimos comentarios.
FUENTES CONSULTADAS:
Arenillas, J: La tracción en los ferrocarriles españoles. Ed. Vía Libre
Gómez, J.A. y Coves, J.V. Trenes, cables y minas de Almería. Instituto de Estudios Almerienses. 1994
Web Spanish Railways
Forotrenes
Comunicaciones personales de Jose Antonio Gazquez