1903
La modernidad llega a Andaluces con su serie 300
Como vimos en una entrada anterior, en 1901 la compañía MZA puso en funcionamiento sus primeras locomotoras del tipo 230 de doble expansión. Muy pocos meses después, Norte introdujo también sus primeras locomotoras de este tipo: las "1900 pequeñas". Sólo dos años después, en 1903, la de Andaluces también empezó a operar con locomotoras de este tipo pudiendo así economizar gastos y, por supuesto, mejorar sus servicios tanto en rapidez como sobre todo en comodidad al poder utilizar coches de bogies.
Las primeras diez locomotoras, con un diseño claramente francés, fueron adquiridas a la Sociedad Alsaciana. Sus números de fábrica eran del 5086 al 5095 y eran casi idénticas a las de un modelo introducido por la compañía francesa del Midi en 1896, si bien se diferenciaban de éstas en que llevaban el arenero sobre la caldera y no en los cubreruedas. Al igual que las de MZA, su potencia sobrepasaba los 1000 CV alcanzando los 1127 y sobrepasando por tanto ligeramente a aquellas. El timbre de 15 kg/cm2 también era algo superior, mientras que el diámetro de ruedas motoras, 1,620 m, era un poco más pequeño. De todo ello resultaba un esfuerzo de tracción de 9379 kg, muy superior a los 6515 de las primeras. Por su parte la superficie de calefacción alcanzaba los 121 m2 mientras que la de rejilla era de 2,86 m2. Los ténderes, de dos ejes, podían albergar hasta nueve metros cúbicos de agua y tres toneladas de carbón.
(J. Jarvis) |
Su imagen era muy llamativa para la época resaltando tanto el bogie con su bastidor externo, -bien visible por el desplazamiento hacia atrás de los cilindros-, como por su larga chimenea. Sin embargo, la pequeña cabina resultaba bastante incómoda para la pareja de conducción. Andaluces las utilizó en sus mejores trenes y muy en especial en la línea de Córdoba a Málaga en la que hubo que reforzar algunas infraestructuras pero en la que se consiguió que el trayecto entre ambas capitales se redujera, al parecer, en dos horas. Cubrieron también las relaciones de viajeros entre otras capitales andaluzas excepto Almería cuya compleja línea requería otro tipo de tracción.
Horarios entre Córdoba y Málaga en septiembre de 1917 de acuerdo con la magnífica recreación llevada a cabo por Docuferr. Como puede verse el expreso, muy probablemente arrastrado por estas locomotoras invertía cuatro horas en el trayecto completo.
Estas máquinas inauguraron la serie 300 y fueron numeradas como 301 a 310. La compañía quedó muy satisfecha de ellas y fueron las más modernas de que dispuso para sus expresos y rápidos hasta el año 1920 cuando llegaron las primeras tipo 240 de la serie 400.
La 305 de Andaluces en una postal ferroviaria de Fleury (cortesía de J.A. Méndez Marcos) |
Cabe reseñar por otra parte que dos de las máquinas asignadas a la Babcock -las 226 y 227- fueron cedidas al Estado aún antes de finalizar su construcción para su uso en la línea de Ávila a Salamanca, por lo que la factoría construyó en 1929 otras dos más para Andaluces con números 311 y 312. También Euskalduna recibió el encargo de otra máquina de este tipo para la misma línea, que sirvió en 1928 con número de fábrica 144. En cualquier caso, como no eran unas máquinas muy apropiadas para las rampas del Ávila-Salamanca, fueron muy pronto transferidas a Andaluces que, al final, se encontró con 23 locomotoras de este tipo de fabricación española en vez de las veinte primitivamente proyectadas. Fueron numeradas de la 311 a la 333 (311 a 315 y 331 a 332 las B&W y 316 a 330 y 333 las de Euskalduna)
Estas máquinas circularon por todas las líneas de Andaluces haciendo toda clase de servicios, pero su antiguo diseño y la utilización creciente de la serie 400 hizo que poco a poco se fueran desplazando de los trayectos más duros hacia otros menos problemáticos.
Cuando pasaron a RENFE integraron la serie 230-4111 a 4143, las "alsacianas" fueron las 4111 a 4120, las "babcock" las 4121 a 4125 y 4141 a 4142 y las "euskaldunas" las 4126 a 4140 y la 4143. Quedaron agrupadas por completo en el depósito de Utrera dedicadas a servicios por zonas poco accidentadas de Andalucía occidental. A comienzos de los años sesenta se las dividió entre Málaga y Sevilla pero finalmente volvieron todas de nuevo a Sevilla. Como detalle curioso cabe señalar que durante un tiempo una de las máquinas de esta serie estuvo destacada en Castejón.
Una de las locomotoras de esta serie estacionada en Utrera en agosto de 1951 (autor desconocido) |
En 1963 se desguazaron las 4140 y 4141. En 1964 se desguazaron seis; trece en 1966 y las doce restantes en 1967. Lástima, una vez más, que no nos haya quedado ninguna de aquellas pioneras.
FUENTES CONSULTADAS
Fernández Sanz, F. (2001): La construcción de las locomotoras de vapor en España. Ed. Trea.
FUENTES CONSULTADAS
Fernández Sanz, F. (2001): La construcción de las locomotoras de vapor en España. Ed. Trea.
Reder, G. y Fernández Sanz, F. (2010): Locomotoras de Andaluces. En "Historia de la tracción vapor en España". Tomo III
Navé, H. (2016): Vapor en España: 1961. Editorial Maquetren.
Rennes, M. (2018): Huellas malagueñas de un ferroviario Emile Rennes (1868-1946). umaeditorial (Universidad de Málaga)
Fototeca ferroviaria de Juan Antonio Méndez Marcos
Fototeca ferroviaria de Juan Antonio Méndez Marcos